Un poco de buena voluntad

Cada vez es mayor el número de ciudadanos checos que asegura que no desea que su país se integre a la Unión Europea. Los últimos sondeos de opinión demuestran que tan sólo el 41 por ciento de los checos respalda la idea de sumarse a la Europa comunitaria. La mayoría de los ciudadanos argumenta que teme la pérdida de soberanía, y que no se trata únicamente de recibir, sino que también tendrán que dar, lo que conllevará a ciertos sacrificios.

Cada vez es mayor el número de ciudadanos checos que asegura que no desea que su país se integre a la Unión Europea. Los últimos sondeos de opinión demuestran que tan sólo el 41 por ciento de los checos respalda la idea de sumarse a la Europa comunitaria. La mayoría de los ciudadanos argumenta que teme la pérdida de soberanía, y que no se trata únicamente de recibir, sino que también tendrán que dar, lo que conllevará a ciertos sacrificios. El otro problema radica en varias formaciones políticas, actualmente en campaña electoral para las legislativas de junio, que en sus programas de acción no hablan de la Unión Europea como una de sus prioridades. Existe desinformación dirigida, pero los países poscomunistas, con economías emergentes y democracias jóvenes pueden encontrar en la Unión Europea la gran oportunidad para recuperar su puesto en la comunidad de países democráticos y desarrollados. Todo depende de la buena voluntad de los políticos locales, de la necesidad de poner por encima los intereses nacionales y dejar de lado los intereses puramente partidistas.

Autor: Federico Picado
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