El club de la calle de los Ciervos

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El Club v Jelení ofrece por un lado música, cine, teatro y exhibiciones, entre otras actividades, por otro, sirve de centro terapéutico. El local funciona bajo el amparo de la organización no gubernamental Green Doors que se dedica a la rehabilitación de personas con discapacidades psíquicas - en mayoría psicosis. El proyecto tiene por objetivo darles empleo y ayudarles a incorporarse a la vida normal.

Músicos al alcance de la mano...

El club se encuentra en la cara opuesta del Castillo de Praga, por decirlo así, o sea, fuera de la zona turística y de los tumultos que generalmente llegan al monumento desde el casco histórico de la ciudad subiendo por la calle Neruda o por las escaleras del castillo.

El lugar cuenta con tres pequeñas salas, que incluyen una cafetería, bar y sala de conciertos, y también una terraza con una vista panorámica sobre la capital desde la que se puede observar, entre otros, el Palacio Černín, sede del Ministerio de RR.EE.

Se trata de un centro multicultural, cuyo programa ofrece desde exhibiciones de las artes plásticas, pasando por espectáculos teatrales y proyecciones fílmicas, hasta conciertos.

La sala de conciertos del Club v Jelení es una de las más pequeñas de Praga, pero en la misma se pueden realizar grandes conciertos, resaltó Miloslav Švihla, uno de los encargados de las actividades culturales. Debido al reducido tamaño del local, los músicos mantienen un contacto inmediato con el público, lo que crea un ambiente peculiar.

“En la sala caben unas 50 personas, en el mejor de los casos. En el sitio no hay podio, los espectadores están al mismo nivel que los músicos y les pueden mirar directamente a los ojos. Si acude más gente, se aprovecha también la antesala como auditorio. El club está situado en la planta baja y las ventanas de la sala dan a la calle, así que la gente disfruta algunas veces de la música en la acera mirando las espaldas de los músicos. En fin, se aprovecha todo el espacio disponible hasta dónde llega el sonido, la música”, señaló el encargado.

En verano, los conciertos y pequeño festival cinemático se efectúan asimismo en la terraza adyacente donde se halla un pequeño escenario.

Del jazz al hard core

El club ofrece posibilidad de presentarse ante el público principalmente a grupos menos conocidos, pero también renombrados músicos actúan aquí, como por ejemplo los iconos del rock clásico de este país, Vladimír Mišík y Radim Hladík. La oferta musical, en general, es muy amplia.

“Además de los grupos locales, suelen tocar aquí con frecuencia grupos del exterior, por ejemplo bandas de hard core de Escandinavia y EE.UU. En cuanto a los géneros musicales, pues, aquí se efectúan fiestas con música electrónica, tecno, house y psycho trance, por ejemplo, mientras que el programa de los conciertos incluye desde el folk y piano conciertos hasta el hard core”, indicó Miloslav Švihla.

El club ofrece también espacio suficiente al jazz clásico y moderno.

“Con frecuencia realizamos conciertos del jazz experimental y del crossover que traspasa las fronteras de géneros musicales. Pero el club ofrece espacio tanto al jazz experimental como al jazz clásico instrumental”, dijo el encargado.

Además del equipo de sonido local, en el podio hay un piano, es decir, que el local dispone de un equipamiento idóneo para realizar jam sessions, que reanudarán con la tradición de las sesiones de música improvisada de este club a partir del año 2009.

En otra de las salas del club se realizan conferencias, reuniones, presentaciones, bazares con vestido, así como piezas teatrales y proyecciones fílmicas, sobre todo, de películas alternativas.

“En la sala número tres la gente puede ver películas que forman parte de la cinematografía clásica. Con frecuencia se trata de filmes alternativos de bajo coste de todo el mundo. También tenemos aquí proyecciones de cine temáticas, por ejemplo películas japonesas, que escasean en la distribución corriente”, sostuvo Miloslav Švihla.

Trabajar en un bar a modo de terapia

El Club v Jelení es una de las tres sucursales de Praga fundadas por la asociación cívica Green Doors que se dedica a la rehabilitación de personas con discapacidades psíquicas. Jakub Roun, asistente laboral del centro de rehabilitación explica en qué se basa el programa terapéutico.

“La gente que sufre psicosis, con frecuencia esquizofrenia, hacen aquí de camareros, se encargan del mantenimiento o de la limpieza del club, bajo la asistencia de los terapeutas. El trabajo sirve para ellos como un programa de terapia. En la actualidad, nuestro centro de rehabilitación cuenta con unos diez clientes, que trabajan en tres turnos desde las 9:30 hasta las 22:00 horas. Ellos mismos eligen los turnos según les convenga, depende de sus necesidades y tiempo libre”, afirmó Jakub Roun.

Una vez terminado el turno, los clientes del centro de rehabilitación reflexionan la jornada con los terapeutas que clasifican su labor y comportamiento con puntos. Los que obtengan la mejor puntuación por algún tiempo pueden hacer los turnos de noche y trabajar en el bar en las horas punta, seguir los conciertos, etc.

Aunque el trabajo forma parte de la terapia, los empleados que se rehabilitan de esta forma cobran sueldo, a diferencia de algunos otros centros terapéuticos.

“Los cliente del centro de rehabilitación empleados en el club reciben sueldo básico. Aunque su trabajo forma parte de la rehabilitación, cobran un salario que les sirve tanto de incentivo y apreciación como una pequeña ayuda, ya que casi todos los clientes nuestros reciben solamente la renta por invalidez”, dijo Jakub Roun.

Las terapias no dan siempre sólo resultados positivos, pero muchas de las personas enfermas se curan gracias al trabajo en el club.

“Tras pasar esta terapia, muchos de nuestros clientes encuentran empleo en el mercado laboral en otras cafeterías ya sin la asistencia terapéutica y hay quienes encuentran un trabajo absolutamente diferente, pero, por desgracia, en algunos casos la terapia fracasa y la gente vuelve a someterse al tratamiento médico”, recalcó Jakub Roun.

Dicen que Tomáš Garrigue Masaryk solía visitar el local

El Club v Jelení se encuentra cerca del Barranco de los Ciervos del Castillo de Praga, una zona de ocho hectáreas de extensión, aproximadamente, por la que corre el riachuelo Brusnice.

El barranco servía originalmente como protección del castillo. Bajo el gobierno del emperador Rodolfo II, en el siglo XVI, fue poblado por venados para la caza y así adquirió su nombre, bajo el que es conocido hasta hoy día. El club se encuentra en un edificio antiguo, en el que existía una taberna ya en la época de la primera República Checoslovaca, fundada en 1918, según señaló Jakub Roun.

“Es una casa burguesa de una planta, con techo abovedado y una extensa red de sótanos. El Club v Jelení funcionó en la época de la primera república como taberna, y dicen que el primer presidente checoslovaco, Tomáš Garrigue Masaryk, que solía pasear por los alrededores, visitaba en aquel entonces el local”.

Con el tiempo, la taberna dejó de funcionar para reanudar sus actividades en 2000 cuando se instaló aquí el Club v Jelení, un centro multicultural, que funciona, además, como centro de rehabilitación.


El horario de apertura del club en días laborales es desde las 10:30 hasta las 23:00 horas, el sábado de las 16:00 a las 23:00, o más tarde. El domingo está cerrado. El Club v Jelení se encuentra en la calle Jelení 15, Praga 1. Encontrarán más detalles sobre este sitio en la página web: http://www.greendoors.cz.

Autor: Roman Casado
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