Chequia seguirá castrando a los violadores

A pesar de la presión internacional la República Checa mantendrá la castración de violadores; empresa Škoda Power suministra turbinas a planta de gas natural licuado en Mejillones, Chile; aumenta en Chequia el tamaño de las jaulas para las gallinas ponedoras.

La República Checa se encuentra desde hace tres años en el banquillo de los acusados por la castración de violadores. Este es uno de los temas de portada del diario Právo.

El Comité Europeo para la prevención de la tortura sostiene que la castración representa una humillación y la mutilación irreversible de esas personas. Se trata de un acto que pone fin de manera definitiva a un eventual deseo de reproducción provocando problemas físicos y psíquicos.

El Ministerio de Salud checo no está de acuerdo con semejante evaluación y recomienda al Gobierno que continúe aplicando la castración contra los agresores que cometan graves delitos sexuales.

En su informe para el Ejecutivo los expertos ministeriales insisten en que consideran necesario que se mantengan las castraciones con el fin de reducir el peligro de actos criminales ejecutados por personas afectadas por desviaciones sexuales.

Los expertos sostienen que no se trata de un castigo, que es una intervención médica que se lleva a cabo con el consentimiento del afectado que, de acuerdo con la ley, debe solicitar él mismo.

A nivel europeo los especialistas recomiendan tratamientos psicológicos y socioterapéuticos y la aplicación de la llamada castración química que significa el suministro de medicamentos para suprimir la libido del individuo, sostiene Právo.


En otro ámbito el mismo diario informa sobre el éxito alcanzado por la empresa checa Škoda Power que suministró dos turbinas de 165 MW de potencia para la planta de gas natural licuado de Mejillones, en el norte de Chile.

El director de la empresa, Jirí Šmondrk, destacó que se trata de un contrato muy importante, no solo desde el punto de vista económico, sino que representa un fortalecimiento de la presencia de las tecnologías checas en América Latina.

En 1996 la empresa suministró una turbina de 150 MW para la primera etapa de la planta. Las nuevas turbinas cumplen con todas los requisitos de seguridad incluidos los sistemas antisísmicos, subraya el diario Právo.


Foto: Štěpánka Budková
Los productores de huevos checos empezaron a aplicar las directrices de la Unión Europea sobre las jaulas para las gallinas ponedoras, pero ahora tienen que repeler la competencia de los productores polacos y húngaros que venden más barato, pero no cumplen la regulación comunitaria, indica Mladá Fronta Dnes.

Las nuevas jaulas, que deberían utilizarse en todos los países comunitarios desde el 1 de enero, deben ser más grandes, para dar cabida a 20 o más animales, pero con una superficie por unidad de 750 centímetros cuadrados.

Para los productores checos esto ha representado significativas inversiones que lógicamente se reflejan en el precio de los huevos. Los productores de Polonia y Hungría, países que no todavía no tienen las jaulas reglamentarias ofrecen huevos más baratos que están afectando al mercado local.

Ante la situación surgida, el Ministerio de Agricultura checo ha iniciado una serie de controles y este lunes decomisó más de 300.000 huevos ilegales, preparados para el mercado nacional.

El ministro de la cartera, Petr Bendl recordó al diario que desde el inicio de 2012 no se puede comercializar ningún huevo que no haya sido producido en granjas con las nuevas instalaciones para su consumo en fresco.

Según las directrices de Bruselas, las granjas que no hayan incorporado las reformas, pero que se comprometieron a hacerlo, deberán tener listos los cambios para antes del 31 de julio.

Por lo tanto, los huevos producidos en ellas se deben destinar para su consumo en la hostelería o para la obtención de ovoproductos, y cada uno de los huevos deberá ir marcado con un punto rojo, pare evitar su exportación.