Javier Limón, un trovador mexicano que cumple su sueño en Praga

Javier Limón

Al son de `Guantanamera´ y `Cielito lindo´, este músico y compositor llegó a Praga de la mano de una checa que conoció en Playa del Carmen, y que lo atrajó hasta esta ciudad para continuar su carrera profesional. Prepárense para moverse al compás latino con Javier Limón.

Cruzó el charco y media Europa para cumplir su sueño, apostar por su carrera profesional y transmitir música con mensaje. El músico Javier Limón, sólo lleva una semana en la ciudad pero ya cuenta con un espacio, el restaurante mexicano, Los Amigos, en el que mover a ritmo latino a la capital checa. Y nos explica cual es su repertorio.

“El repertorio que hemos trabajado es el cover, el común cover. Y actualmente aquí en Praga pues se está requiriendo tocar la música folclórica mexicana como ‘Guantanamera’ y ‘Cielito Lindo’ y ‘La Cucaracha’ y cosas así que son populares, que es una forma de abrir el mercado para después introducir a lo mejor un estilo más personal. Con música desde trova hasta baladas románticas, rítimicas, no sé también hay ritmos latinos, traigo ahí algunos ritmos latinos, rock, este de todo, hasta reggeton” comentó el artista.

Aunque afirma tener algunos temas propios, baladas románticas inspiradas en sus propias experiencias, y varias grabaciones con su antiguo grupo, Los Limones, Javier Limón se deja llevar en Praga por los gustos del público checo y nos desvela sus influencias.

"Bueno aquí en Praga lo que les gusta mucho es José Alfredo Jiménez, es un autor mexicano de hace muchos años y tiene unas canciones populares muy fuertes. Me gusta Silvio Rodríguez, me gusta la trova, me gusta, a lo mejor, esta canción de ‘Hoy ten miedo de mí’ de Fernando Delgadillo, que es también género trova, me gusta la música de Sin Banderas. Y hay otros gustos personales que son de otros géneros que ya los escucho en casa", enumeró el cantante latino.

Para este músico mexicano el recibimiento que ha tenido en Praga no podía ser mejor, su experiencia en Los Amigos está siendo de lo más gratificante.

"En la actualidad me siento bien porque veo que la reacción de la gente es padre y es lo que me llena en verdad, poder cambiar un momento en algún evento o en alguna situación de la gente y ver como sonríen y disfrutan. Eso es lo que realmente hace que me mueva".

Su intención es estar presente en más locales latinos de Praga, crear un pequeño circuíto por la ciudad y así acercar la cultura mexicana a la sociedad checa. Pero su ambición traspasa fronteras, y anhela como destino España u otros puntos europeos.

"Posiblemente más adelante, si las cosas van como hasta ahora se puede hacer alguna gira, recorrer algunos puntos de España conocer un poco más el continente. Y seguir en el camino del cantante, que es el trovador que conocemos desde antaño, que anda de aquí para allá y de allá para acá llevando alegría y cultura de alguna forma, porque las canciones transmiten una idea, un sentido y alegría y eso es lo que estoy queriendo hacer" explica.

Para Javier la música es algo más que un ritmo y una letra, siempre intenta buscarle un sentido, un mensaje que trasmitir.

"Me gusta, me gusta la música con sentido, y también disfruto cuando la gente baila definitivamente, pero si a mí me dieran a escoger que prefieres tocar para que la gente baile o cantarle a la gente que busca un sentido de vida prefiero meterme en la parte intelectual de la música".

La música de Javier Limón no habría llegado hasta Praga, si en Playa del Carmen no hubiera conocido a su pareja, una checa que lo atrajo hasta esta ciudad y que ahora forma parte de su sueño.