Vladimír Holan, el poeta de la noche

Vladimír Holan
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"Me encerré en la soledad. Fue una clausura dura en la que vivía. Decían de mí que soy orgulloso. Pero no es verdad, me entendían mal. La soledad es para mí una condición del trabajo", dijo uno de los mayores poetas checos, Vladimír Holan. El pasado 16 de septiembre Vladimír Holan celebraría su centésimo cumpleaños.

Se levantaba antes del mediodía, pasaba largo rato lavándose con agua fría, por la tarde empezaba a escribir y permanecía despierto hasta la mañana. Afirmaba que algunas noches lo visitaba en su piso en la isla praguense de Kampa el antiguo inquilino de esa casa, el patriarca de la resurrección de la lengua checa Josef Dobrovský.

Vladimír Holan era un Maestro de la palabra, un erudito que disponía de un vocabulario extraordinariamente rico. En sus textos aparecen expresiones olvidadas, así como voces que creó él mismo. Sus versos son difíciles de entender, pero no es que el poeta deseara ser incomprensible. Sólo no quería subestimar al lector.

Vladimír Holan nació en Praga, pero a sus seis años se trasladó con sus padres a Podolí cerca de Belá pod Bezdezem, región del poeta romántico Karel Hynek Mácha. Allí nació el deseo de Holan de convertirse en monje. Sin embargo, ocurrió todo lo contrario. El poeta confesó que desde pequeño al oír el crujido de una falda se olvidaba de los monasterios. El amor lo acompañaba tanto en su vida, como en sus obras. Porque según decía Holan: "Sin el amor no se puede nada. Ni siquiera morir se puede sin el amor".

Sus primeros poemas los escribió en el liceo, que frecuentaba en Praga. En el liceo también empezó a fumar, manteniendo este vicio durante toda su vida. En la primera mitad de los años cincuenta cuando le escaseaban los recursos financieros, mezclaba el tabaco de baja calidad con hojas caídas.

En el año 1926 Holan se matriculó en la Facultad de Derecho, pero estudió tan sólo un trimestre. Buscando un empleo se dirigió al poeta Antonín Sova. Este le mandó al ayuntamiento donde un funcionario le recomendó a Holan ponerse un mono y presentarse en una empresa que se encargaba de limpiar las calles de Praga.

Al final empezó a trabajar en 1927 en una oficina del Instituto de Pensiones. Al cabo de siete años fue jubilado con el diagnóstico "psicopatía constitucional". Desde entonces se ganaba el pan exclusivamente con la literatura.

La segunda antología de Holan "Triunfo de la muerte" cosechó elogios tanto de los críticos, como de sus colegas literatos. Jakub Deml escribió a Holan: "Basta con leer la primera página para reconocer que Vd. es poeta y artista".

En noviembre de 1932 Holan se casó con Vera Pilarová, con la que tuvo una hija Katerina. La niña sufría el síndrome Down, pero el padre la adoraba y le escribía versos infantiles.

La poesía que Holan publicó antes de la Segunda Guerra Mundial es muy sutil y subjetiva, describiendo una realidad de sueño. En la difícil situación política después de la firma del Tratado de Munich el poeta reaccionó con el libro "Septiembre 1938", que incluye el poema acusatorio "Respuesta a Francia". En los años posteriores Holan escribió versos patrióticos para levantar el ánimo del pueblo checo golpeado por el nazismo.

Una vez más tuvo la poesía de Holan un destinatario muy concreto. Fue en la antología "Soldados del Ejército Rojo", con la que el poeta quiso manifestar sus gracias a los soldados ordinarios que habían pasado por el infierno de la Guerra.

En 1946 Holan se afilió al Partido Comunista, pero ya en 1948 fue acusado de formalismo decadente y un año más tarde apareció en la lista negra sin la posibilidad de publicar hasta 1962.

Enconces ya vivía en la casa en Kampa dentro de cuyas paredes se encerró ante el mundo. La pared representa uno de los símbolos significativos de la poesía de Holan. Sus poemas sobre este tema fueron recopilados en una antología individual.

Una de las últimas excursiones de Holan se realizó en 1961. Con el poeta Vilém Závada viajó entonces al castillo de Kokorín. Se dice que cuando Závada le ofreció ponerse de lado del régimen, Holan le dio una bofetada.

Vladimír Holan calificó los años entre 1949 y 1956 como los más crueles de su vida. En esa época escribió el poema dramático "Una noche con Hamlet", que fue estrenado en 1963 en el teatro Viola de Praga permaneciendo en el escenario a lo largo de 25 años.

En 1965 Holan publica la antología "Dolor", en 1968 le fue otorgado el título de artista nacional y un año más tarde fue nominado para el Premio Nobel de literatura.

En 1976 el poeta sufrió un ataque de apoplejía. Con la muerte de su hija en 1977 se cerró la trayectoria artística de Vladimír Holan, el poeta dejó de escribir. Falleció el 31 de marzo de 1980.


A la vida y la obra del poeta Vladimír Holan está dedicada la exposición titulada según una de sus antologías "Guardia nocturna del corazón", que se celebra en el palacete Hvezda en Praga hasta finales de octubre.

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