El último rey checo, Carlos I de Habsburgo

Carlos I de Habsburgo

A principios de este mes el Papa Juan Pablo II beatificó al último emperador austríaco, rey húngaro y checo, Carlos I de Habsburgo. El Vaticano realzó sus esfuerzos por la paz, colocándolo como ejemplo para los políticos europeos actuales, y mencionó los milagros relacionados con su persona. Los críticos de la beatificación advirtieron que Carlos I había sido responsable del empleo de gases asfixiantes en la Primera Guerra Mundial. ¿Cómo fue el último gobernador del Imperio Austro-Húngaro?

Carlos I de Habsburgo
Heredó una guerra apocalíptica que no había desatado. El 21 de noviembre de 1916 el archiduque Carlos, de 29 años, se arrodilló para rezar junto al lecho de su fallecido tío abuelo, el emperador Francisco José I. Heredó un imperio al que no gobernaría más de dos años.

El primer acto de Carlos como emperador correspondió a su carácter. Al ver en la antesala de la cámara del emperador muerto a la actriz Katharina Schratt, durante años amiga íntima de Francisco José y a la que nadie le dedicaba atención en ese momento, le dio el brazo conduciéndola a la cama del monarca fallecido. Un perfecto caballero, cortés, amable, tolerante e informal, así era el joven emperador.

El archiduque Carlos nació el 17 de agosto de 1887. Su padre, el archiduque Otto, hermano menor del heredero del trono Francisco Fernando d´Este al que mataron las balas de Sarajevo, sabía gozar de la vida. Su aspecto físico atractivo le aseguraba éxito ante las mujeres. Murió en 1906 a la edad de 41 años a causa de una efermedad venérea.

Escudo de Habsburgo,  foto: Martina Schneibergova
La madre de Carlos, la princesa sajona, María Josefa, era una mujer bella, de rigurosos principios morales. A pesar de que el matrimonio de sus padres carecía de armonía, Carlos tuvo una infancia feliz. El padre le brindó una excelente educación, acentuando especialmente idiomas extranjeros y ejercicios físicos. La madre le inculcó una profunda religiosidad.

Desde sus 13 años, Carlos frecuentó el Liceo Escocés de Viena, ampliando posteriormente sus conocimientos en los viajes por los países de la monarquía, Francia e Inglaterra. Como adolescente lo instruyeron en la materia militar, poniendo énfasis en las armas, los servicios de inteligencia y la organización del Ejército.

Sin embargo, Carlos mostraba poco interés por las cuestiones de guerra. Siendo un hombre bondadoso, sensitivo y de corazón abierto la detestaba. Su honestidad, indecisión y docilidad no le daban muchos chances en la alta política.

El palacio de Brandýs nad Labem,  foto: Martina Schneibergova
Entre los años 1908 y 1912 Carlos sirvió en la guarnición de la ciudad de Brandýs nad Labem, al noreste de Praga. Fue el último propietario del palacio de Brandýs nad Labem y fundó el liceo local.

En 1909 el joven oficial del regimiento de dragones checo, Carlos, conoció en el balneario de Frantiskovy Lázne a la hija del duque de Parma y de Borbón, Zita, de 17 años. Fue un amor a primera vista. Se casaron dos años más tarde, y a la boda asistió el mismo emperador Francisco José. En 1912 Carlos fue trasladado a Viena. El 20 de noviembre del mismo año nació allí su primogénito, Otto. En los próximos diez años Zita dio a Carlos otros cuatro hijos y tres hijas.

No se puede decir que Carlos estuviera bien preparado para el cargo de emperador. Francisco José no lo inició en los asuntos gubernamentales. A pesar de ello, Carlos tuvo un programa político claro. Deseó poner fin a la guerra y estaba decidido a restablecer en la monarquía el régimen constitucional, manteniendo la unidad del Imperio Austro-Húngaro.

El emperador Carlos I creó un nuevo estilo de gobierno. Eliminó la obligación de presentarse a la audiencia en un frac. Para comunicarse con sus ministros y la corte usó el teléfono. Como el primer alto representante de Estado en el mundo estableció un Ministerio de Salud y Ayuda Social. Luchó contra la corrupción, incluso entre sus propios familiares. Durante la guerra, él y su familia recibían las mismas raciones de alimentos que los demás.

Carlos I de Habsburgo
Carlos I suspendió las penas de muerte a las que habían sido condenados Karel Kramár y Alois Rasín, los futuros Primer Ministro y ministro de Finanzas de la Checoslovaquia independiente.

En 1917 intentó sin éxito negociar la paz con Francia. El 16 de octubre de 1918 el emperador Carlos I emitió el manifiesto "A mis fieles pueblos austríacos", en el que prometía convertir el imperio en un Estado federal. Fue tarde. La monarquía Austro-Húngara tenía los días contados. La República Checoslovaca fue declarada el 28 de octubre de 1918.

El emperador Carlos I abdicó al poder el 11 de noviembre. En marzo de 1919 se fue con su familia al exilio a Suiza. En 1921 intentó dos veces restaurar la monarquía en Hungría. Los dos intentos fracasaron.

El último emperador austríaco, que fue también el último rey checo, falleció en el exilio en la isla portuguesa de Madeira el 1 de abril de 1922 a la edad de 35 años a causa de una pulmonía. Su esposa Zita lo alcanzó casi 70 años más tarde.