Una pulsera negra, en ayuda de los afectados por el trastorno bipolar

Foto: geralt / Pixabay / CC0

Una pulsera negra similar a un sporttester, medirá en Chequia la actividad de los enfermos de bipolaridad y servirá para ofrecer un mejor tratamiento en el futuro.

Una pulsera negra,  en ayuda de los afectados por el trastorno bipolar,  foto: ČT
Una pulsera simple de plástico, de color negro, muy parecida a los dispositivos que los deportistas usan para medir su rendimiento, servirá en la República Checa para mejorar el tratamiento de los enfermos de trastorno bipolar.

Se trata de un proyecto del Instituto Nacional de Salud Mental, consistente en la realización de mediciones continuas de la actividad de los enfermos que consientan en participar en el estudio. Uno de los responsables del llamado estudio Aktibipo400, Jiří Horáček, nos da más detalles.

“Nos centramos en la valoración de las actividades motoras. El sentido del estudio es encontrar un modelo de comportamiento, de movimientos de la persona, que concuerde con el desarrollo del trastorno, o que en, en el mejor de los casos, preceda al desarrollo de la enfermedad”.

Filip Španiel,  fuente: NUDZ
En otras palabras, los especialistas tratan de encontrar una relación entre las actividades que el sujeto realiza y los brotes de manía o depresión que caracterizan la enfermedad.

La pulsera manda datos regularmente a un sistema central, que luego el equipo médico analiza, comenta el psiquiatra Filip Španiel.

“Descubrimos si nuestros pacientes fueron hospitalizados o si estuvieron de baja laboral por un empeoramiento de su estado. También les hacemos que cada semana completen un cuestionario gracias a una aplicación móvil para que cuenten cuál es su estado de ánimo. Luego juntamos estos datos con la información de nuestros médicos, y con diversos métodos matemáticos seremos capaces de generar un algoritmo que permita detectar a tiempo que se va a llegar a dar un brote”.

Grabación del sueño ayuda detectar a tiempo un golpe de la enfermedad,  foto: ČT
Esto permitiría diseñar un sistema que avise al enfermo de que va a llegar una fase de manía o de depresión, y darle así la oportunidad de tomar a tiempo la medicación necesaria.

Si realmente hay una relación entre la actividad física y los momentos de auge de la enfermedad, la metodología podría ser empleada para tratar más adecuadamente las enfermedades mentales.

Una de las afectadas, Veronika Hlavičková, describe así su trastorno.

Foto: geralt / Pixabay / CC0
“Diría que he experimentado varias manías en mi vida que me han llevado a hacer cosas que no debería haber hecho. Por otro lado, cuando le comienza a uno la manía, le sigue una depresión. Y cuánto más alto vuela uno, más dura es después la caída”.

En la República Checa, con poco más de 10 millones de habitantes, hay medio millón de personas con trastornos psiquiátricos diagnosticados. Se calcula que unas 100.000 personas en el país sufren de trastorno bipolar.

Actualmente en el estudio participan varias decenas de personas, entre ellas tanto pacientes voluntarios como voluntarios sanos.