Praga devolverá cuatro caballos Przewalski a Mongolia

El caballo de Przewalski, foto: ČTK

Cuatro caballos de la raza salvaje Przewalski, viajarán la próxima semana de Praga con destino a Mongolia, su país de origen. Gracias a los éxitos del programa de salvación de esos caballos desarrollado por el Jardín Zoológico de Praga, tres yeguas y un caballo ampliarán el número de esos cuadrúpedos en el parque nacional mongol Khomiin Tal, en el desierto de Gobi.

El caballo de Przewalski,  foto: ČTK
Más del 60% de los caballos salvajes Przewalski que actualmente viven en la naturaleza en Mongolia y China llevan los genes de los caballos criados en el Jardín Zoológico de Praga. El último caballo salvaje oriundo de Mongolia fue visto en las estepas de ese país en 1946.

Desde hace 80 años el Zoológico de Praga se dedica a la cría de ese caballo salvaje y se convirtió en un importante centro de su salvación a nivel mundial. En 1960 fue encargado de llevar el libro genealógico de esa raza animal.

El caballo de Przewalski,  foto: ČTK
La idea de devolver los caballos criados en Chequia a Mongolia fue planteada por primera vez hace unos 30 años por el zoólogo checo, Jiří Volf, quien aseguró que reintroducir a los animales a la naturaleza es muy emocionante.

”Muy pocas veces uno llega a tener la suerte de ser copartícipe de los empeños iniciales por salvar una raza animal y a la vez participar en la devolución de esos animales a su ambiente natural. Yo he tenido esa suerte y les puedo decir que cuando hemos trasladado a los primeros caballos Przewalski a Asia y los hemos puesto en libertad en las estepas mongolas, me emocioné mucho”.

Roman Vodička
Los primeros caballos Przewalski regresaron a la naturaleza de Mongolia en 1992. El último traslado por el momento se realizó hace siete años. En estos días los zoólogos checos preparan el transporte de otros cuatro caballos.

Los caballos harán el viaje de seis mil kilómetros, entre Praga y Ulan Bator en avión, según contó el veterinario Roman Vodička.

„Para el transporte seguro de los animales habrá que aplicarles tranquilizantes e inmovilizarlos para meterlos luego en unas cajas especiales. Los medicamentos deberían surtir efecto unas dos semanas para reducir al mínimo la eventualidad de que los caballos sufran estrés durante el viaje, porque los cambios a los que tendrán que adaptarse serán muy grandes para ellos”.

El caballo de Przewalski,  foto: ČTK
Desde la capital mongola, los animales deberán viajar todavía unos 300 kilómetros en camiones y por caminos bastante malos, hasta llegar al desierto de Gobi. Allí los caballos permanecerán durante un año en una estación para cuidado animal, para aclimatarse y acostumbrarse al lugar.

Según los zoólogos, lo importante es que se acostumbren a los bruscos cambios de temperaturas, cuando en invierno hay unos 40 grados bajo cero y en verano más de 40 grados de calor. Algunos inviernos hay allí tanta nieve que muchos caballos se mueren de frío.

Mongolia,  foto: Doron,  Creative Commons 3.0
Otro peligro son los lobos que en Gobi viven en grandes grupos. Pero los zoólogos checos afirman que los caballos Przewalski son capaces de hacer frente a esta fiera. Confían que el traslado de los animales a su país de origen será exitoso y que los caballos de Praga ayudarán a ampliar las manadas de estos cuadrúpedos que viven en su ambiente histórico natural, en las estepas de Mongolia.