Cuatro cadáveres fueron descubiertos en un edificio de viviendas en la localidad morava de Frenštát pod Radhoštěm, destruido el domingo por una explosión de gas. Se trata de tres menores y un adulto, según comprobó Petr Kůdela, portavoz del Cuerpo de Bomberos de Moravia-Silesia. Otra persona muerta había sido hallada poco después de la explosión, con lo que son cinco en total las víctimas del desastre y doce personas resultaron heridas. La explosión quebró completamente el interior del edificio, de modo que los bomberos tuvieron que tirar abajo dos muros para poder retirar los escombros y buscar a los supervivientes. Una persona continúa desaparecida. La causa de la explosión sigue investigándose.