Zeman reitera su oposición a las sanciones en su visita a Rusia

Miloš Zeman y Vladimir Putin, foto: ČTK

En su visita oficial a Rusia el presidente checo, Miloš Zeman, criticó las sanciones de la UE y subrayó los lazos económicos entre Praga y Moscú.

Miloš Zeman y Vladimir Putin,  foto: ČTK
Se trata de la misión empresarial de mayor tamaño de la historia moderna checa. Representantes de nada menos que 150 empresas checas han acompañado al presidente Miloš Zeman en su viaje oficial a Rusia, iniciado este lunes. Para ello ha sido necesario fletar tres aviones.

De hecho el plato fuerte de la visita son dos encuentros empresariales en Moscú y Ekaterimburgo, donde se espera que se cierren 13 acuerdos comerciales por un valor total de 785 millones de euros.

Durante su encuentro con el presidente ruso, Vladimir Putin, Zeman ha insistido en su condena a las sanciones impuestas por la Unión Europea a Rusia por la anexión de Crimea, así como por las sanciones de revancha aplicadas por Moscú.

Dmitri Medvédev,  foto: Archivo de la Oficina del presidente de Rusia,  CC BY 4.0
“Se están ustedes perdiendo nuestros excepcionales quesos y no menos excepcionales yogures, pero es posible arreglarlo”.

Durante su estancia de cinco días en Rusia, Zeman se reunirá en Moscú con el primer ministro Dmitri Medvédev, inaugurará una exposición sobre los tesoros del Castillo de Praga y condecorará a varios veteranos rusos de la Segunda Guerra Mundial. En Ekaterinburgo recibirá un doctorado honorario de la universidad local, visitará el monumento a los legionarios checoslovacos y la planta de montaje de los aviones checos L-410.

La interpretación rusa de la invasión del 68

La visita de Zeman a Rusia se ha visto oscurecida por la publicación el mismo día de su llegada en la página web de la cadena de televisión Zvezda de un artículo que interpreta la invasión de los países del Pacto de Varsovia a Checoslovaquia de 1968 de forma totalmente diferente a como lo hace la historiografía checa y occidental en general.

La invasión de los países del Pacto de Varsovia a Checoslovaquia de 1968,  foto: ČT24
Según este texto, los checos deberían estarle agradecidos a la Unión Soviética por la invasión, ya que esta detuvo un inminente golpe de estado preparado por las potencias capitalistas.

El ministro de Relaciones Exteriores checo, Lubomír Zaorálek, rechaza de plano esta visión de los acontecimientos.

“Para las relaciones entre la República Checa y la Federación no es posible que a través de medios públicos, conectados con las instituciones de Gobierno, aparezcan este tipo de artículos. Es una interpretación increíblemente tendenciosa, e incluso ofensiva, ya que todos saben que en Chequia la visión de 1968 está muy clara, es algo muy trabajado por los historiadores”.

Por su parte el presidente Miloš Zeman ha anunciado que su punto de vista sobre la invasión soviética de Checoslovaquia no ha cambiado y que sigue considerándola “un crimen”.

Un regalo histórico

El presidente ruso, Vladimir Putin, obsequió al presidente Zeman, y por extensión a la República Checa, con un valioso ejemplar de la Organización Territorial Renovada de 1627. Se trata de una especie de constitución emitida en alemán por la dinastía de los Habsburgo para reorganizar los territorios de Bohemia y Moravia tras la rebelión de los estamentos. El documento instaura el absolutismo en la región en lugar del sistema de consejo estamental anterior.

En el monasterio de Strahov, en Praga, hay una copia, pero le faltan ocho páginas. La República Checa cuenta así ahora con una versión completa de este texto fundamental de su historia.