Unidad antiquímica checa participará en las operaciones contra el terrorismo

La unidad de protección química de la ciudad checa de Liberec participará en las operaciones de combate de los Aliados contra el terrorismo. La República Checa es el primero de los nuevos miembros de la OTAN a quien Estados Unidos pide ayuda militar directa.

La petición de que la República Checa pusiera a disposición de Estados Unidos la unidad de protección química fue presentada ayer jueves por el embajador norteamericano en Praga, Craig Stapleton, al primer ministro checo, Milos Zeman, que la atendió de inmediato.

Los químicos militares checos gozan en Estados Unidos de extraordinario prestigio ya que durante la Guerra del Golfo fueron los únicos en detectar cantidades mínimas de gases tóxicos en el desierto.El subsecretario de Defensa norteamericano, Theodor Prociv, afirmó posteriormente que la unidad checa está perfectamente capacitada para analizar sustancias tóxicas, cuenta con equipos de detección punteros que pasaron por la prueba de fuego en la Guerra del Golfo, y dispone de especialistas de alto nivel como hay pocos en el mundo.

La unidad de protección química de la ciudad checa de Liberec, integrada por 160 soldados, forma parte desde hace dos años de las Fuerzas de Intervención Rápida de la OTAN. Ello significa que en tres horas es capaz de salir hacia cualquier punto de la República Checa, y sólo requiere de siete días para desplazarse a cualquier lugar del mundo.

Hasta el cierre de esta edición las autoridades militares checas no habían dado a conocer dónde deberá desplegarse la unidad antiquímica, pero los analistas opinan que los químicos militares checos se desempeñarán en Pakistán o Uzbekistán.Desde allí podrían cubrir acciones de las tropas terrestres aliadas.Si los norteamericanos quisieran penetrar en los centros de entrenamiento de terroristas en Afganistán necesitarían la ayuda de una unidad de protección química.Se baraja también la posibilidad de que ésta se despliegue directamente en el territorio norteamericano expuesto al peligro de ataques terroristas con armas químicas y biológicas.

La unidad antiquímica checa viajará al lugar de las operaciones antiterroristas reforzada por especialistas en lucha contra armas biológicas y contará con la protección de paracaidistas del batallón de intervención rápida de la ciudad checa de Chrudim, y de unidades logísticas y de trasporte. En las operaciones de combate contra el terrorismo intervendrán 300 soldados checos.