Un gulag soviético virtual surge en Chequia

Foto: Archivo del proyecto Gulag

El Gulag de la Vía Férrea Muerta. Así se llama el espacio cibernético que invita a realizar una visita virtual por un campo soviético de trabajos forzados. El proyecto ha sido creado por la ONG checa gulag.cz, que se propone crear en el futuro un museo tridimensional en conmemoración de los millones de personas que sufrieron y murieron en el cruel sistema penal de la Unión Soviética.

Foto: Archivo del proyecto Gulag
Cientos de kilómetros de vías férreas abandonadas y varios edificios de los campos de trabajos forzados desmoronándose tras las alambradas oxidadas en una taiga inaccesible.

Eso es lo que ha quedado del ambicioso proyecto, iniciado por Stalin, que suponía la creación de una vía férrea entre las ciudades siberianas de Salejard e Igarka tras el círculo polar.

La obra nunca fue acabada. El recinto se convirtió con el tiempo en un silencioso monumento del sufrimiento y la muerte de los numerosos presos retenidos en dicho lugar entre los años 1947 y 1953.

El que tenga interés hoy puede realizar una visita virtual al lugar donde los reclusos construían la vía bajo condiciones inhumanas gracias al proyecto impulsado por Štěpán Černoušek. El coordinador principal del recorrido virtual por dicha zona se fijó del antiguo gulag por coincidencia al observar imágenes satelitales de Siberia del Norte.

Štěpán Černoušek,  foto: ČT24
“Nosotros realizamos tres expediciones a dicho lugar entre los años 2009 y 2013, en las que mapeamos los campos abandonados. Del material obtenido pudimos crear luego el gulag virtual. Debido a que ningunos de los campos se ha conservado completamente, creamos un campo general que reúne los componentes habituales de los cinco campos que visitamos”, dijo.

En un gulag típico de esa zona fueron internados unos 500 presos, repartidos en cinco edificios penitenciarios. Enfrente de estos bloques había un edificio administrativo, detrás del que se encontraba el lavadero, el secadero y otras casas laborales.

El paseo virtual muestra también un hospital pequeño, con el que en realidad contaban muy pocos campos. En el fondo, al lado de la torre de vigilancia, se encuentra la celda de aislamiento a la que eran enviados los presos por la menor infracción de las reglas penitenciarias o por no cumplir la normativa laboral.

Los autores del proyecto checo están buscando ahora un apoyo financiero para crear en el futuro un museo online con una reconstrucción tridimensional completa de un gulag.

“Gracias a nuestras fotos el visitante ya hoy puede recorrer un gulag auténtico, mejor dicho puede ver su aspecto unos 60 años después de cerrados los campos. Nosotros además logramos encontrar varios artefactos interesantes, incluyendo los utensilios diarios de los presos, como las cazuelas de comer o las botas y guantes laborales, así como documentos interesantes, como cartas o un diario auténtico de uno de los presos”, señaló Štěpán Černoušek.

Surgido oficialmente en 1930, el sistema de los campos de trabajos forzados fue anulado 30 años más tarde, tras la muerte de Stalin. Se estima que durante su existencia, unos 18 millones de personas fueron encerradas en los gulags, de las que casi dos millones murieron en los campos de trabajos forzados soviéticos, incluyendo unos 25.000 checoslovacos.