Suspendidos los controles en el aeropuerto de Praga

Tras intensos debates diplomáticos y protestas de muchas organizaciones gitanas, el Gobierno británico optó por suspender los controles orientados a frenar el creciente número de solicitantes de asilo de la República Checa en el Reino Unido, en su mayoría de la etnia gitana.

Los agentes de Migración británicos se retirarán el jueves del aeropuerto internacional de Praga, donde estuvieron controlando durante más de tres semanas a todos los pasajeros con destino al Reino Unido.

Según el ministro de RR.EE. checo, Jan Kavan, el objetivo de los controles se ha logrado.

"Poco antes de la introducción de los controles fueron registradas más de 200 solicitudes de asilo. Gracias a los controles el número se redujo a 12. La introducción de esta medida sirvió de senal clara de que resulta inaceptable que se abuse del sistema de inmigración de Gran Bretana", dijo Kavan.

Tras entrevistarse el martes con el viceministro de RR.EE. británico para Asuntos Europeos, Peter Hain, el jefe de la diplomacia checa subrayó que los controles deben ser considerados como una medida flexible que, en caso de necesidad, pueda ser aplicada nuevamente.

No obstante, Kavan destacó que persiste la amenaza de Londres de introducir la obligatoriedad del visados para los ciudadanos checos, en caso de que no cese la afluencia de solicitantes de asilo. Según el ministro, Praga concibe los controles británicos como un esfuerzo de Londres para evitar semejante medida.

En el curso de su estancia en el aeropuerto de Praga, los agentes de Migración británicos impidieron la salida hacia el Reino Unido a unos 120 ciudadanos checos, en su mayoría de la etnia gitana. La Embajada del Reino Unido en Praga continúa rechazando las acusaciones de organizaciones gitanas y de los defensores de los Derechos Humanos de que se trata de una medida claramente discriminatoria.