Se vislumbra el fin del cambio de hora

Foto ilustrativa: Štěpánka Budková

El cambio del horario de verano con el de invierno podría acabar a partir del próximo año. Así lo propone Bruselas y Chequia apoya la iniciativa.

Foto ilustrativa: Štěpánka Budková

Los países de la Unión Europea, incluida la República Checa, procederán en marzo de 2019, por última vez a lo mejor, al cambio de hora. De acuerdo con los planes de la Comisión Europea, cada uno de los países comunitarios debería informar hasta abril del próximo año si pretende utilizar en el futuro de forma permanente el horario de verano o el de invierno.

A favor del fin del cambio de hora se pronuncian muchos eurodiputados checos, así como dirigentes políticos y médicos de Chequia. Entre estos últimos figura Martin Trefný, del Laboratorio del Sueño, en Praga, quien considera que el cambio de hora es dañino para la salud de las personas.

”Yo respaldo la idea de un solo horario, porque ese cambio impuesto artificialmente afecta el biorritmo de las personas. Este biorritmo reacciona a la duración normal del día y de la noche a lo largo de todo el año, y que depende de las estaciones del año. Pero los constantes cambios de hora pueden afectar ese biorritmo, sobre todo en el caso de las personas que padecen de insomnio crónico. Los humanos suelen sentir sueño a una cierta hora, por lo que el aplazamiento o adelanto en una hora del horario de sueño puede originar problemas de salud”.

En lo que respecta al horario que sería más conveniente para la República Checa, el médico Martin Trefný sostuvo que es un tema de discusión, ya que cada persona es diferente.

”Será un tema de discusión porque tenemos dos tipos de personas. Al primer grupo lo llamamos alondras, que son individuos que se acuestan temprano y también se levantan muy temprano. Los otros son lechuzas, que se acuestan tarde y les gusta dormir hasta tarde en la mañana. Lo fundamental por eso será que logremos ponernos todos de acuerdo sobre uno de los horarios, porque luego cada persona adaptará paulatinamente su biorritmo a un nuevo horario estable”.

El cambio de horario en Europa fue aplicado por primera vez en 1916 durante la Primera Guerra Mundial y posteriormente después de la Segunda Guerra Mundial, con la intención del ahorro de energía.

En los años 70 del siglo XX la mayoría de los países europeos introdujeron el cambio de hora regular todos los años. En la entonces Checoslovaquia se procedió a este paso en 1979. En el año 1996 fue decidido por Bruselas que a nivel de la Unión Europea el horario de verano duraría hasta el último fin de semana de octubre y el de invierno hasta el último fin de semana de marzo.