Se dispara el número de mini-cervecerías en Chequia

Mini-cervecería en Krásná Lípa, foto: ČTK

Las cervecerías pequeñas viven un boom en la República Checa. Cada mes surgen en promedio dos o tres nuevas mini-cervecerías. Hoy día existen en el país unas 250 fábricas de este tipo. En proporción con respecto al número de habitantes, Chequia se adelantó en este sentido a una de las grandes potencias cerveceras, Alemania.

Foto: Kristýna Maková
La cerveza es la bebida nacional de los checos. Según la ley, cada ciudadano puede elaborar anualmente 200 litros de cerveza para consumo propio sin tener que pagar impuestos.

Por su parte, la definición legal dice que la producción de una mini-cervecería no debería superar los 10.000 hectolitros, y en tal caso el fabricante debe cargar su producto de un tributo que asciende al 50% del impuesto al consumo, ya que puede contar con una tasa de impuestos reducida.

Mientras que la industria cervecera, en general, queda estancada debido a la crisis financiera, las mini-cervecerías checas viven su auge.

Mini-cervecería en Krásná Lípa,  foto: ČTK
En los años 90, existía en el país solo una fábrica de este tipo. Hasta el año 2000, surgieron 30 fábricas más. Ahora son 250 y su número no deja de crecer, aunque por el momento representan en total solo un 0,5% de la producción cervecera nacional.

Las mini-cervecerías las fundan habitualmente los dueños de restaurantes para ampliar su oferta. Para elaborar su propia cerveza no se necesita mucho espacio, según dice uno de ellos, David Staněk.

“Fundé la cervecería en un espacio de cuatro metros cuadrados, en esa superficie cabe mi sala de cocción, con una filtradora, etc. Los gastos para adquirir el equipamiento no superaron los 20.000 euros. Comencé a fabricar cerveza en una sola caldera y hoy día soy capaz de producir 48 especies de cerveza. La producción se rentabiliza, porque me encargo yo solo, no necesito empleados, la cerveza la vendo directamente en mi restaurante”, indica.

Mini-cervecería en Krásná Lípa,  foto: ČTK
El sabor natural y fresco de la cerveza fabricada en mini-cervecerías es lo que más atrae a los consumidores, opina el cervecero Karel Vavřečka.

“Los fabricantes grandes tienen más posibilidades para la elaboración de cerveza, eso sí. Nosotros no pasterizamos ni filtramos la cerveza, la servimos al cliente fresca, como debe ser. Como el 90% de la producción va de nuestro sótano directamente a la taberna, no necesitamos otra cosa. Es una de las particularidades de las cervecerías pequeñas”, señaló.

En la República Checa hay tantas mini-cervecerías que surgió una asociación para defender mejor sus intereses. Dicho ente les ayuda a analizar el mercado, hacer marketing, así como adquirir materia prima y tecnologías. Además, se propone ayudarles con las cuestiones tributarias y representar a los pequeños fabricantes en las negociaciones con la administración estatal y otras instituciones.

Autor: Roman Casado
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