‘Revolución’ en la red de transporte público de Praga

Straßenbahn Škoda 15 T ForCity

El Consejo Municipal de Praga aprobó este lunes los cambios en la red de transporte público en la capital. A pesar de las objeciones de muchos habitantes y expertos que temen un colapso en el tráfico, los cambios entrarán en vigor a partir del próximo 1 de septiembre.

Suspensión de unas 15 líneas de autobus y tranvía, recortes y cambio de recorrido de muchas más. A partir del 1 de septiembre, el transporte público de la capital será más eficaz, más fluido y permitirá ahorrar cientos de miles de euros a la Empresa de Transportes de Praga. Así lo supone el Consejo Municipal de la capital que aprobó este lunes los cambios más grandes en la historia de la red del transporte capitalino. Sin embargo, muchos expertos señalan que el proyecto causará problemas de tráfico en la ciudad.

Petr Moos, profesor de la Escuela Superior de Tecnología de Praga y autor de un análisis sobre la movilidad en la capital, explica cuáles son los puntos débiles del nuevo sistema.

“Creemos que estos cambios harán el transporte público en la capital menos atractivo. Los expertos extranjeros alaban la red de tranvías y autobuses en Praga, sin embargo, debido a la confusión y las situaciones complicadas que se producirán a partir de septiembre, los habitantes preferirán tomar el coche, lo que va a agravar los problemas de tráfico en distintas partes de la ciudad”.

Los cambios en el transporte público han sido criticados también por los alcaldes y habitantes de algunos distritos capitalinos y por las asociaciones de discapacitados. Según ellos, la suspensión de algunas líneas y los cambios de recorrido afectarán la movilidad de muchas personas que no podrán acceder al centro de la ciudad sin tener que hacer trasbordo.

Josef Nosek
Los ecologistas se oponen a la introducción de autobuses de mayor capacidad que circulan con más frecuencia, y señalan que tendrá por resultado atascos en muchos sitios donde no existen carriles exclusivos para estos vehículos.

Según Josef Nosek, el vice alcalde de Praga, el nuevo sistema será evaluado después de algunos meses y se resolverán los eventuales problemas.

“En diciembre haremos un análisis profundo del sistema. Hablaremos con los ciudadanos para saber si están contentos con las nuevas líneas. Debatiremos también con los representantes de los distritos capitalinos y haremos los cambios necesarios para que todo funcione mejor”.

A partir del próximo lunes, la Empresa de Transportes de Praga lanzará una amplia campaña para difundir la información sobre los cambios entre los habitantes y visitantes de la capital. Sin embargo, tanto la alcaldía de Praga como los expertos prevén mucha confusión entre los viajeros y hasta un colapso de tráfico en la capital checa en los primeros días de septiembre, cuando el nuevo sistema de transporte entrará en vigor.