Regular el alojamiento compartido parece inevitable

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Las zonas más atractivas de Praga se vuelven inhabitables por el número de turistas que vienen a pasar unos días de vacaciones a la capital checa con el alojamiento Airbnb.

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La temporada alta está arrancando y la capital checa va a hospedar, como todos los años, millones de turistas de todas partes del mundo.

Sin embargo, el aflujo de visitantes tiene su lado negativo. Algunas de las zonas del mayor interés se están volviendo inhabitables para la gente local por la enorme cantidad de personas que aprovechan para sus estadías en Praga el alojamiento compartido.

En consecuencia, la alcaldía del Distrito Municipal Praga 1 envió a los residentes una carta, en la cual pregunta si estos quieren disponer de más competencias para poder influir en la situación.

Aleš Rod, del Centro del Análisis Económico y Mercantil opina que habría que pensar sobre las regulaciones adecuadas.

“Lo que hace falta son unas regulaciones racionales y adecuadas. Con una demanda así grande, el número de personas a las que les resulta mejor arrendar sus casas a corto plazo va a ser también grande, sea con regulaciones o sin regulaciones. En mi opinión primero habría que definir bien qué es la economía compartida”.

Rod hace una clara alusión a la diferencia que existe entre una persona que ofrece una cama en su casa para ganar un poco de dinero, y un empresario que compra una casa entera para luego arrendar los apartamentos por separado.

Ivan Solil, concejal socialdemócrata en Praga 1, sostiene que las regulaciones son imprescindibles.

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“A mí me parece fatal que esto no sea regulado. O sea, si miramos a las ciudades europeas que atraen muchos turistas o a las ciudades estadounidenses, podemos ver que en todas partes se promueve alguna forma de regulación correspondiente al sistema legal de tal país. Creo que lo fundamental es que los residentes permanentes dispongan en su conjunto de unas herramientas para poder decidir qué va a pasar en el edificio. Ellos saben mejor cómo es la situación real”.

Según Solil, un 90% de las personas que ahora arrendan sus viviendas en el marco del alojamiento compartido no paga ningún impuesto.

En respuesta, la plataforma más conocida del mundo Airbnb se ha puesto de acuerdo con más de 400 ciudades, con las cuales coopera de alguna manera en la recaudación de las tasas. Según las estadísticas, en el período hasta el abril de este año se han recaudado en total más de 500 mil millones de euros, suma que equivale a diez presupuestos de la República Checa.