Propagando en Chile el legado de Václav Havel

Foto: Marta Guzmán

El think tank chileno FPP difunde la figura de Václav Havel como ejemplo a seguir para revitalizar la política.

Foto: Marta Guzmán
La Fundación Para el Progreso (FPP) es un think tank chileno próximo a posiciones liberales que desde hace ya dos años participa en el Foro 2000, el congreso internacional de políticos e intelectuales fundado por iniciativa del ya fallecido presidente checo y checoslovaco Václav Havel.

Precisamente este dramaturgo y mandatario checo, en su momento disidente y más tarde símbolo de la Revolución de Terciopelo, es uno de los modelos intelectuales en los que se apoya la Fundación Para el Progreso, nos cuenta en entrevista para Radio Praga su director de Estrategia y Relaciones Internacionales, Rafael Rincón-Urdaneta Zerpa.

“Algo que nos conecta en el plano intelectual al Foro 2000 es Havel. Es una de las figuras que nos ha inspirado mucho, en muchas cosas. Por varias razones: una es porque es un icono de la libertad. Es también una de las personas que yo defino personalmente, más que como un buen político, como un político bueno. De esas personas que encarnaron, y encarnan todavía, unos principios muy firmes de respeto, tolerancia, pluralismo, y una persona que hizo su vida, también su vida política especialmente, respecto a eso. Fue un político, un líder, que valoró mucho a las personas y que por eso hizo bastante por la sociedad civil, algo que es muy importante para nosotros, el rol de la sociedad civil”.

De hecho su ejemplo es considerado por este think-tank como algo especialmente valioso de cara a una revitalización de la política democrática, prosigue Rafael Rincón-Urdaneta.

Rosa María Payá en la República Checa,  foto: Martina Mašková,  ČRo
“Es una figura, yo diría, poco conocida en la opinión pública general, más conocida probablemente en la élite intelectual, que sí la ubican, pero es una figura todavía bastante desconocida. Nosotros queremos que sea más conocida, creemos que es un valor gigante, un valor filosófico, un valor intelectual, muy importante. Pero más que en lo teórico, un ejemplo de vida. Yo creo que debería ser un modelo, un referente, para tantos líderes políticos, especialmente en esta época en la que hay tanta desconfianza hacia las instituciones, hacia los políticos, en la que las democracias a veces se ven remecidas más por la desconfianza en estas cosas que porque no funcionen, entre comillas, por decirlo así. Y Havel nos aporta mucho en eso”.

Es por ello que uno de sus objetivos el año pasado fue contribuir a aumentar el conocimiento sobre Václav Havel entre la opinión pública chilena.

“Armemos un proyecto que esté dedicado a democracia, a derechos humanos, sociedad civil, donde entendamos todas estas cosas desde sus ideas y principios, de manera que nos permita compartir estos principios con otras personas: con nuestra audiencia, con nuestro público. Con este proyecto hemos hecho varias cosas, entre ellas por ejemplo tuvimos hace poco en Valparaíso a Rosa María Payá, una disidente cubana muy importante. Con Rosa María estuvimos hablando de la situación cubana, de la amistad de su padre, Oswaldo Payá, con Havel”.

El burócrata, una obra haveliana

Rafael Rincón-Urdaneta Zerpa,  foto: Carlos Ferrer
El plato fuerte del proyecto dedicado a Havel fue sin embargo la organización de una obra de teatro inspirada en su legado. No en vano, antes que como disidente o político, Havel fue conocido por ser uno de los máximos exponentes del teatro del absurdo. Se optó por tomar como punto de partida la pieza ‘Memorándum’, una crítica al modo de pensar de las organizaciones. La obra resultante, titulada ‘Burócratas’, fue todo un éxito, afirma Rafael Rincón-Urdaneta.

“Llevamos la obra de teatro con actores de primera línea, muy conocidos en Chile. La presentamos en Santiago, en Valparaíso, en Concepción, en varias ciudades. Nos fue muy bien con la obra. Fue muy interesante ver cómo el público se sentía identificado con sus experiencias del día a día en la administración pública y que Havel ilustró tan bien en varias obras pero sobre todo en el ‘Memorándum’”.

Si en el ‘Memorándum’ se inventa un nuevo lenguaje con la intención de mejorar la comunicación en el seno de una corporación, en ‘Burócratas’ se inventa el llamado malunisu, pero en la administración pública chilena.

'Burócratas',  fuente: FB oficial de la obra Burócratas
La obra es básicamente una pieza nueva, inspirada en la dramaturgia de Havel, a la que se añaden elementos y personajes estereotípicos de la realidad chilena. No fue posible interpretar una pieza de Havel tal cual, explica Rincón-Urdaneta.

“El público chileno está todavía poco apegado al teatro, poco conocedor. También hay personas que son conocedoras y aprecian mucho el teatro, pero en términos generales también pasaba que había muchos elementos en la original que iban a ser incomprensibles, iban a ser muy difíciles de entender o de relacionar con la vida diaria de las personas, básicamente por el contexto en el que ocurrían las cosas y en el que lo escribió Havel. Así que hicimos, más que una adaptación, casi una obra nueva inspirada en esto. Estuvo a cargo de Ricardo Neuman, que está justamente en Nueva York estudiando teatro ahora. Ricardo se encargó de hacer todo un trabajo dramatúrgico donde él, muy apasionado por la figura de Havel, recoge el espíritu de su pensamiento y su propuesta en la obra original y la coloca en este trabajo”.

El buen sabor de boca dejado por el proyecto ha llevado a que para 2018 se siga trabajando con el legado de Havel, aunque todavía no hay una propuesta concreta, comenta Rafael Rincón-Urdaneta.

“Para el año que viene por lo menos vamos a estar pensando en alguna publicación, todavía estamos evaluando cuáles van a ser, pero muy probablemente sean algunas dedicadas al pensamiento de Havel. Íbamos a estar en conversaciones con algunas instituciones en Praga, en la República Checa, con la idea de ver cómo publicamos algún libro, de pronto recogemos algunas obras, vemos las opciones. Seguramente el año que viene también va a haber teatro. Eso es lo que estamos trabajando en nuestra planificación de actividades”.

En lucha contra el populismo

De izquierda: Marc-Olivier Padis,  Jacques Rupnik y Adam Michnik,  Foro 2000,  foto: Hugo Ben Simhon / Embajada de Francia
La Fundación Para el Progreso participó en esta ocasión en dos paneles del Foro 2000, aportando su punto de vista sobre la situación política en América Latina, los populismos en la región y en concreto sobre la situación venezolana. Además, colaboraron a través de su director ejecutivo, Áxel Kaiser, en una nueva publicación ‘Democracy under Threat’ (Democracia amenazada), señala Rincón-Urdaneta.

“Este año estuvimos también en la presentación de un libro que salió de nuestra participación del año pasado. Un intelectual indio, Surendra Munshi, editó un libro del cual nuestro director ejecutivo es uno de los coautores. Entre ellos está también Adam Michnik, Iveta Radičová, Andrej Kiska, Óscar Arias. Hay un conjunto de gente, de personas muy interesantes ahí. Presentamos uno sobre los grandes problemas de América Latina, que tienen que ver con el populismo y el auge del iliberalismo”.

La organización, que se declara independiente, además de la habitual actividad de publicaciones de estudios, artículos, y de intervenciones en los medios de comunicación, se dedica también a la producción cultural, por ejemplo exposiciones. Forma parte de la red internacional Atlas Network.