Praga pide a los turistas reducir el bullicio por las noches

Foto: Prague City Tourism

Una campaña dirigida a los turistas que busca reducir el ruido en Praga en horas de la noche y de la madrugada, fue lanzada recientemente por la Alcaldía Mayor de esta capital.

Foto: Prague City Tourism
Grupos de turistas que en estado ebrio andan por la ciudad y gritan o cantan en voz alta, peleas callejeras nocturnas u otros disturbios. Así suelen ser las noches en el centro de Praga y los habitantes de esas zonas se quejan de que no pueden dormir. En reacción a esa situación, la Alcaldía Mayor de Praga inició una campaña informativa dirigida a los turistas, según informa Jan Šterna, quien fue nombrado Alcalde Nocturno de la capital checa.

”Hemos hecho esta campaña porque consideramos que los turistas extranjeros no pueden conocer las normas que rigen en Praga y que en otras ciudades a lo mejor no existen. Por ejemplo que a partir de las 10 de la noche hay que respetar el silencio o que está prohibido tomar bebidas alcohólicas en la calle en las zonas céntricas. Consideramos importante que esta información llegue a los turistas, que se enteren de cómo deberían comportarse para no entrar en conflicto con la Policía. Pero no soy capaz de predecir cuándo podemos esperar que la campaña surta efecto. Esto es complicado”.

De las reglas de comportamiento adecuado en Praga en horas de la noche informan a los turistas unos folletos. La Alcaldía colabora con agencias de turismo, bares y restaurantes que ayudan a distribuirlos entre los visitantes. De acuerdo con Jan Šterna, la Alcaldía de Praga se había inspirado para esta campaña en otras ciudades europeas.

Foto: Prague City Tourism
”Nos hemos inspirado en campañas semejantes promovidas en otros países europeos donde tienen problemas parecidos a los nuestros. Sobre todo nos sirvió la experiencia de Ámsterdam que tiene una campaña parecida que está dando buenos resultados. O sea que aplicamos la misma estrategia que otras ciudades de Europa. Los resultados suelen ser positivos en la mayoría de los casos y todos indican que los turistas deben obtener información sobre las reglas y medidas de protección vigentes en tal o cual lugar”.

En los folletos que son distribuidos entre los turistas que llegan a Praga se informa incluso sobre la multa máxima que podría ser aplicada por alterar el orden público en Praga, que es de 400 euros. Una multa tan alta se aplica no obstante sólo en casos extremos cuando una persona altera el orden en repetidas ocasiones o, por ejemplo, daña algún artefacto de valor histórico.

Foto: Prague City Tourism
Durante largos años Praga era presentada a los turistas extranjeros como un lugar donde es posible organizar grandes fiestas y borracheras, ya que las bebidas alcohólicas son baratas y en la ciudad hay un sinnúmero de lugares para divertirse y pasarlo bien. Cambiar esa imagen de la capital checa no es fácil, recalcó Šterna.

“Semejante noción de Praga se tenía en el extranjero hace unos 20 o 30 años y lamentablemente sigue manteniéndose. Es difícil cambiarlo de la noche a la mañana. Pero hemos cambiado la estrategia del turismo, ya no tratamos de traer a la ciudad al máximo número de turistas, sino que nos centramos en ofrecer programas atractivos y a la vez luchar contra algunos fenómenos negativos que conlleva el turismo. Esto lo hace la mayoría de las ciudades del mundo. Impulsamos también proyectos para distribuir a los turistas por toda la ciudad, enseñarles la vida cotidiana de los habitantes, llevarlos del centro a otros barrios”.

La capital checa es visitada anualmente por unos 8 millones de turistas. El Alcalde Nocturno de Praga, Jan Šterna, admitió que la actual campaña que quiere reducir el ruido ocasionado por los viajeros en horas de la noche, no es algo que resolverá todos los problemas. Insistió a la vez en que es un paso en buena dirección que puede ayudar a calmar las eventuales tensiones entre los turistas y los habitantes de Praga.