Los lobos vuelven a la República Checa, para desgracia de los pastores

Foto: Bernard Landgraf / Creative Commons 3.0 Unported

La vuelta del lobo a los parajes checos puede considerarse un gran éxito medioambiental, pero también tiene su parte negativa. La pareja de lobos que desde hace varios meses habita en el Parque Natural de Broumov ponen en dificultades a los pastores locales. Uno de ellos ha perdido ya 40 ovejas.

Foto ilustrativa: Bernard Landgraf / Creative Commons 3.0 Unported
Cuando en noviembre del año pasado una fototrampa confirmó la presencia de lobos en el Parque Natural de Broumov, cerca de la frontera con Polonia, la República Checa pudo celebrar un gran éxito medioambiental. Los lobos constituyen un elemento de gran valor en la cadena trófica, al regular la población de jabalíes, ciervos y corzos.

Sin embargo los dos ejemplares que según los expertos se han asentado en la zona se han convertido en un quebradero de cabeza para el pastor local Karel Krecbach.

“Desde noviembre hemos perdido más de 40 ovejas. Trabajamos aquí más de 25 años y nunca hemos tenido un problema así. Y ahora damos de comer al lobo, viene por aquí como si fuera a la despensa. Llego por la mañana y me encuentro una oveja destrozada, después de haberla criado tres o cuatro años. Y además al lado yacen por ejemplo dos corderos muertos que todavía no habían nacido”. En muchos casos se echa la culpa a los lobos de ataques realizados por perros asilvestrados. No obstante en este caso no hay duda de que quien hostiga al rebaño del señor Krecbach es el canis lupus, afirma Petr Kafka, de la administración del Parque.

Foto ilustrativa: ČT
“El lobo por lo general ataque en primer lugar al cuello, donde de un fuerte mordisco acaba con la vida de su presa, desgarrando las arterias o asfixiándola”. De acuerdo con la ley, los daños causados por los lobos sobre animales domésticos deben ser sufragados por el Estado, y de hecho la solicitud del pastor se halla en estos momentos sobre la mesa del departamento correspondiente del gobierno regional. Sin embargo Krecbach no logró documentar algunas de las muertes y es de prever por tanto que la indemnización no cubra la totalidad de las pérdidas.

De momento, y ante la prohibición de dar caza a los lobos, a los pastores no les queda más remedio que hacer guardias nocturnas.