Los checos pueden quedarse tranquilos - la cerveza no encarecerá

Los amantes checos de la cerveza pueden permanecer tranquilos por el momento. En su sesión de este martes los ministros de Finanzas de los países de la Unión Europea aplazaron la decisión sobre el eventual incremento del impuesto a las bebidas alcohólicas.

Los ministros de Finanzas de los países comunitarios no lograron llegar a un acuerdo en cuanto al incremento del impuesto de consumo a la cerveza, el vino y otras bebidas alcohólicas. La Comisión Europea propone elevar ese impuesto en el 31 por ciento.

Los países cerveceros tradicionales, o sea, Alemania y la República Checa, insistieron en que la cerveza sea excluida del proyecto, puesto que se trata de una bebida con bajo contenido de alcohol. Francia, Italia, Portugal y España abogan por su parte por un incremento mínimo del impuesto a los vinos dulces, mientras que los países escandinavos rechazan cualquier tipo de transigencia al proyecto original, insistiendo en la necesidad de minimizar el consumo de bebidas alcohólicas en los países de la Unión Europea.

Jan Veselý, director ejecutivo de la Unión Checa de Fábricas Cerveceras y de Malta, criticó el aplazamiento de la decisión sobre el impuesto de consumo, puesto que ello sólo prolonga la inseguridad de los productores de cerveza. Veselý considera que cada país comunitario debería tener derecho a establecer su propio impuesto de consumo a determinados productos, en función de la tradición y de otros factores específicos internos. Veselý apuntó que la cerveza es una bebida tradicional en la República Checa y que la eventual aprobación del proyecto de la Comisión Europea, afectaría marcadamente a los consumidores checos.

"El incremento del impuesto de consumo conllevaría el aumento del impuesto al valor añadido, así como del margen comercial aplicado por los distribuidores y por los vendedores de cerveza. Una botella de medio litro de cerveza de diez grados que actualmente cuesta 7 coronas, equivalentes a 25 céntimos de euro, costaría más de 8 coronas o sea, más de 28 céntimos de euro, que es un aumento de precio bastante considerable para los consumidores checos".

Los ministros de Finanzas de los países comunitarios se reunirán nuevamente el 28 de noviembre con el objetivo de adoptar una decisión sobre el incremento del impuesto a la cerveza y otras bebidas alcohólicas.