Los aviones militares, un mal negocio para el Gobierno checo

Foto: Archivo del Ejército checo

El ministro de Defensa, Alexander Vondra y el primer ministro, Petr Nečas, descubrieron después de muchos años que el alquiler de los aviones militares Gripen no es rentable para el país. Nečas pidió a los suecos que rebajen el altísimo precio, porque en caso contrario no prolongará el contrato vigente.

Foto: Archivo del Ejército checo
Durante la Guerra Fría el Ejército del Aire checo protegió el espacio aéreo del país con aviones MiG 21 de producción soviética, que siguieron prestando servicios varios años después de la Revolución de Terciopelo.

Con la llegada de la democracia y las nuevas alianzas militares el paso lógico a seguir por las autoridades de Praga fue deshacerse de aquellos obsoletos aviones.

Después de intensas negociaciones el Gobierno llegó a la conclusión de que resultaba mejor alquilar aviones militares que comprar nuevos. En una sonada licitación pública se optó por los aviones Jas 39-Gripen.

El primer ministro, Petr Nečas, anunció ahora que no está seguro de prolongar el alquile de las aeronaves, porque le parece demasiado caro y pide una rebaja.

Petr Nečas,  foto: ČTK
“No me puedo imaginar a la Fuerza Aérea sin aviones supersónicos, pero fácilmente me puedo imaginar la utilización de aviones caza que no sean los Gripen suecos. No se trata de un deseo, sino de una situación a la que nos empujan los suministradores de estos aviones militares”, subrayó el jefe del Gobierno.

El consorcio BAE Systems-Saab ganó en 2001 la licitación para el alquiler de 24 aviones caza Jas 39-Gripen. Cuatro años más tarde llegaron al país 14 aviones suecos rentados por el Gobierno checo.

La televisión sueca transmitió un reportaje sobre supuestos sobornos durante el concurso en el que ganó la empresa suministradora de los aviones Gripen, pero no pasó nada.

Alexander Vondra
Ahora el ministro de Defensa, Alexander Vondra, y el jefe del Gobierno, Petr Nečas, sostienen que Chequia no está en condiciones de pagar más de 78 millones de euros al año por el alquiler de los aviones.

De pronto descubrieron que el precio del alquiler es demasiado alto y amenazan con rescindir el contrato en caso de que la empresa suministradora no aplique un generoso descuento.

Para la llegada de los aviones Jas 39-Gripen a la República Checa fue necesario construir costosas infraestructuras en los aeropuertos militares y muchas y caras horas de capacitación para los pilotos.

Los expertos militares indican que cualquier cambio en esa dirección trae consigo millonarias inversiones y los suecos lo saben muy bien. Y no hay que olvidar que los pilotos militares checos han expresado su máxima satisfacción con los caza Gripen.

El jefe del Gobierno dio al Ministro de Defensa, Alexander Vondra, cuatro meses para convencer al consorcio BAE Systems-Saab para que rebaje el precio del alquiler de los aviones Gripen.