Las joyas de coronación se exponen en homenaje a Carlos IV

Las joyas de coronación checas, ČTK

Unas 2.500 personas acudieron al Castillo de Praga este domingo para ver las joyas de coronación de los reyes de Bohemia. La exposición forma parte de los festejos del 700 aniversario del nacimiento del emperador romano-germánico y rey de Bohemia, Carlos IV.

Las joyas de coronación checas,  ČTK
Las celebraciones del 700 aniversario del nacimiento de Carlos IV, al que se debió el gran florecimiento de las Tierras Checas en el siglo XIV, culminaron el pasado fin de semana con un sinnúmero de actividades. El sábado, en la fecha exacta de su natalicio, fue oficiada una misa en su honor en la Catedral de San Vito, en el Castillo de Praga, durante la que fue expuesta la Corona Real. Se efectuaron igualmente conferencias y fue inaugurada una exposición de artefactos de la vida cotidiana del soberano.

Una de las actividades de mayor acogida por parte de la ciudadanía es la exhibición en el Castillo de Praga a partir del domingo de las joyas de coronación de los reyes de Bohemia.

Las joyas las mandó fabricar Carlos IV, y para protegerlas ante los eventuales enemigos, ordenó construir posteriormente el Castillo de Karlštejn, cerca de Praga, según recordó el historiador Jaroslav Šebek.

 Jaroslav Šebek,  foto: Vendula Kosíková,  ČRo
“Las joyas de coronación, como símbolo de la identidad nacional, tenían y siguen teniendo un gran significado para la nación checa. En los tiempos de Carlos IV los ciudadanos veneraban esas joyas, por ser consideradas también un símbolo del poder del que disponía el soberano por bendición de Dios”.

Ya el primer día de la exposición las joyas fueron vistas por unas 2.500 personas, que tuvieron que esperar en una cola unas tres horas para poder entrar en la Sala Vladislao, en el Antiguo Palacio Real, donde está ubicado el valioso juego de oro en una cámara de vidrio especial.

El juego consta de una corona, un cetro, una cruz, una esfera y una manta. La pieza más antigua y más valiosa es la Corona Real, fabricada en 1346 para ser coronado con ella un año más tarde Carlos IV como rey de Bohemia. La corona de oro, hecha por orfebres nacionales, pesa alrededor de dos kilos y medio y está decorada con 20 perlas y 96 piedras preciosas, como zafiros, rubíes, aguamarinas y esmeraldas, provenientes de Asia.

De izquierda: Miloš Zeman,  Milan Štěch y Dominik Duka,  foto: ČTK
Las joyas se guardan en un depósito, al que se entra desde la Capilla de San Venceslao en la Catedral de San Vito por una puerta con siete cerraduras y, respetando el deseo de Carlos IV, se exhiben en ocasiones especiales, como sostiene David Šebek, portavoz de la Administración del Castillo de Praga.

”En la historia moderna se exponen en público en ocasión de algún importante aniversario histórico, o también cada cinco años, con motivo de la elección de un nuevo presidente de la República”.

La entrada al Antiguo Palacio Real en el Castillo de Praga para ver las joyas de coronación de los reyes de Bohemia es gratuita y su exhibición se prolongará hasta el 29 de mayo. Nuevamente deberían ser expuestas dentro de dos años, en ocasión de la investidura del próximo presidente de la República Checa.