La tercera biblioteca de agricultura más grande del mundo celebra su 85 aniversario

Kochbuch - kuchařka

Exposición de libros de cocina, degustación de alimentos regionales, proyecciones y ponencias sobre la comida. La Biblioteca de Agricultura y Alimentación, en Praga, la tercera más grande de su género en el mundo, festejó este miércoles el 85 aniversario de su fundación.

Sólo en EE.UU. y Rusia tienen una biblioteca mayor dedicada a la agricultura. La de Praga alberga 1.100.000 libros. La primera mención escrita sobre la Biblioteca Eslava Central de Agricultura data del 29 de noviembre de 1924. En 1926 abrió sus puertas a los lectores. Desde entonces, aunque bajo distintas denominaciones, reside en la llamada Casa de Educación Agrícola.

Además de fuente de información, el edificio de ladrillo rojo holandés, cerca de la Plaza de la Paz (Náměstí Míru), es una joya arquitectónica, según resalta Martin Kvítek, de la Biblioteca de Agricultura y Alimentación.

Herbario
“El fundador de la Casa de Educación Agrícola, Edvard Reich, secretario general de la Academia Checoslovaca de Agricultura, profesor y periodista, encargó la construcción a Josef Gočár. Es el edificio público menos conocido de este arquitecto cubista checo, autor de la Casa de la Virgen Negra y de la iglesia de San Venceslao de Vršovice, en Praga”.

Con motivo de su 85 aniversario, la biblioteca expuso por dos días al público sus tesoros: ex libris, recibidos como donación de otras bibliotecas de agricultura, así como el libro más antiguo que guarda, el ‘Herbario’ del botánico alemán Hieronymus Bock, editado en Estrasburgo en 1556.

Martin Kvítek
Martin Kvítek llama la atención sobre una peculiar publicación del año 1917, titulada ‘La cocina checa en tiempos de escasez hace cien años’.

“En este libro de cocina están publicadas recetas, por ejemplo, para hacer harina de musgo islandés, de madera de abedul, de arcilla, y de trigo caído del cielo, o sea la harina celeste. El lector también podía aprender cómo preparar asado de ardilla, focha, o de tortuga criada en casa”.

Los que visitaron la Biblioteca de Agricultura este miércoles pudieron probar las típicas obleas de Hořice y galletas de Navidad caseras. Por su parte, Olga Štiková, del Instituto de Investigación de Economía Agrícola, ofreció una ponencia sobre las costumbres de alimentación de los checos en los últimos 60 años.

“El consumo de alcohol, especialmente de la cerveza, sigue creciendo. El tópico de que los checos comemos sólo ‘knedlíky’, bolas de harina, ya no es tan válido. Sin embargo, seguimos consumiendo muchos productos de trigo. En comparación con los demás países de la Unión Europea, su consumo es muy alto en la República Checa”.

Hasta el próximo año permanecerá instalada en la sala de estudios de la Biblioteca de Agricultura y Alimentación una muestra de tallados en madera de libros, del escultor Martin Patřičný.

Foto: Martina Schneibergová