La socialdemocracia ganó las elecciones, pero necesita aliados para gobernar

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La socialdemocracia confirmó su papel de favorita y ganó los comicios parlamentarios anticipados en la República Checa al obtener el 20,6% de los votos. La segunda formación más votada fue ANO 2011 con el 18,7% por ciento y los comunistas alcanzaron el tercer lugar con el 15%. El ex gobernante TOP 09 ocupó el cuarto lugar mientras que el Partido Cívico Democrático cayó al quinto puesto. Después de una larga ausencia la Democracia Cristiana vuelve a ocupar escaños en la Cámara Baja.

Michal Hašek,  foto: ČTK
El triunfo de la socialdemocracia no sorprendió. Eran los favoritos y así terminaron, no obstante, el vicepresidente de dicha formación, Michal Hašek, dio a entender que se trata de una victoria un tanto insípida, porque de acuerdo con sus cálculos esperaba un mayor número de votos, que le ofrecerían una mayor margen de negociación.

“No voy a ocultar mi decepción por el resultado alcanzado. Menos del 25% de los votos no nos otorga una victoria holgada. Después de siete años en la oposición, nos consideramos el partido líder de la izquierda moderna”.

Los resultados de estas elecciones demostraron el ascenso de la izquierda, ya que los comunistas sacaron más votos que dos formaciones del antiguo Gobierno, TOP 09 y el Partido Cívico Democrático.

Andrej Babiš,  foto: ČTK
No obstante, el electorado decepcionado e indeciso no se volcó a la izquierda en la medida que indicaban las encuestas preelectorales y sucumbieron ante el anzuelo que representan las formaciones nuevas del multimillonario Babiš y del empresario y senador de origen japoñes Tomio Okamura.

Conocidos los resultados empezarán las negociaciones para la formación del futuro Gobierno, según confirmó Hašek.

“Nuestro deber es ahora iniciar conversaciones con el fin de formar un Gobierno afín al Partido Socialdemócrata como ganador de las elecciones”.

Será una lucha dura, porque a primera vista los socialdemócratas pueden contar con los comunistas como aliados más cercanos, pero eso no sería suficiente para la formación del nuevo Gabinete.

Un papel significativo puede desempeñar la formación democristiana deseosa de una dosis de poder, y por supuesto no se puede descartar un acuerdo de todas las formaciones no izquierdistas para desbancar a la socialdemocracia, ya que se trataría de una proporción de cinco contra dos, pero todo está por aún por verse.