La República Checa no cederá ante las presiones de Austria y Alemania respecto a la Central Nuclear de Temelín

Temelin

La República Checa rechaza las cada vez más fuertes presiones de Austria y Alemania que piden el cierre de la Central Electronuclear de Temelín, en Bohemia del Sur. Esta postura fue confirmada el sábado pasado por el ministro de RR.EE checo, Jan Kavan, en entrevista para el diario austríaco Die Presse.

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El ministro Jan Kavan reiteró que Praga rechaza cualquier tipo de presión de parte de Viena o Berlín relacionada con la Central Electronuclear de Temelín, insistiendo en que el asunto compete exclusivamente a la República Checa. Kavan rechazó también las acusaciones de algunos círculos de Austria y Alemania, que argumentan que con la puesta en marcha de la central de Temelín, el Gobierno checo amenaza, tanto la seguridad de sus habitantes, como la de los habitantes de los países vecinos.

Ni Viena ni Berlín pretenden ceder respecto a la central nuclear checa. El sábado pasado se reunieron los ministros del Medio Ambiente de Austria y Alemania, Wilhelm Molterer y Jürgen Trittin, respectivamente, para acordar la manera de verificar los impactos de Temelín sobre el medio ambiente.

Los analistas indican que el rechazo de los austríacos respecto a Temelín se debe a su temor frente a los impactos que podría causar la energía nuclear.

Un reciente sondeo de opinión realizado en Austria demostró que más del 90 por ciento de los habitantes de ese país está en contra de la energía nuclear. Hace 23 años, los ciudadanos austríacos decidieron en un referéndum que nunca fuera puesta en marcha la Central Nuclear de Zwentendorf, la única del país.

El rotundo rechazo de los austríacos a la energía nuclear lo confirma también la reciente iniciativa de Alta Austria para que en caso de que se cierre la Central Nuclear de Temelín, la Unión Europea indemnice a la República Checa. Las autoridades de Alta Austria se comprometieron a destinar de su presupuesto cerca de dos millones de dólares.