La economía checa desacelera

La economía checa empieza a sentir en su propia piel el impacto de la recesión mundial, causada por la situación internacional después de los ataques terroristas del once de septiembre. Sin embargo, a diferencia de las estancadas economías eurooccidentales, la checa sigue creciendo.

El Producto Interior Bruto de la República Checa incrementó en el tercer trimestre de este aòo en un 3, 2 por ciento, lo que en comparación con el segundo trimestre significa un descenso de seis décimas. Estos datos fueron publicados este martes por el Instituto Nacional de Estadística. La República Checa ocupa así, después de Hungría, el segundo lugar en lo que al rendimiento económico de los países poscomunistas se refiere.

El motor principal de este incremento de la economía checa siguen siendo las inversiones extranjeras, aunque últimamente también el consumo de las familias. El hecho de que haya disminuido el volumen de los ahorros, demuestra que los ciudadanos checos consumen más de lo que ahorran.

Aunque se prevé que la afluencia de las inversiones extranjeras registre en los próximos meses una leve disminución, los mercados financieros no se muestran tan preocupados por el futuro desarrollo económico de este país. Testimonio de ello es la fuerte corona checa que batió este martes otro récord, cotizándose en 32, 78 coronas por un Euro.

El primer ministro checo, Milos Zeman, calcula que la economía nacional crecerá el aòo próximo en un 4 por ciento. No obstante, los economistas no comparten el optimismo del Gobierno checo, seòalando que la desaceleración de la economía mundial se proyectará de manera más rasante en la República Checa en la segunda mitad del aòo entrante.