Klaus no renuncia tras la derrota electoral

Vaclav Klaus, foto: CTK

A pesar de perder las elecciones parlamentarias, el presidente del Partido Cívico Democrático, Václav Klaus, no parece estar dispuesto a asumir de inmediato la reponsabilidad personal por la derrota infligida a la principal fuerza de derecha por el Partido Socialdemócrata Checo.

Václav Klaus,  foto: CTK
Tras la derrota electoral, sufrida en las legislativas del pasado fin de semana, Václav Klaus y los vicepresidentes del Partido Cívico Democrático permanecen en sus puestos, aunque una parte de esta formación política desea que se retiren. En la sesión de la comisión ejecutiva, órgano supremo del partido entre congresos, no fue presentada una sola propuesta para que alguno de los miembros del directorio del partido renuncie a su cargo.

El incombustible Václav Klaus rechazó expresamente renunciar a su cargo e hizo lo mismo también el vicepresidente del Partido Cívico Democrático, Ivan Langer, a pesar de haber sido derrotado por la socialdemocracia en la región de Olomouc por un 10 por ciento de diferencia.

Klaus no descartó, sin embargo, que más tarde pueda debatirse acerca de la convocatoria de un congreso extraordinario. Según los analistas, en él Klaus ya no lograría defender tan fácilmente su puesto al frente del partido ya que entre los militantes suenan cada vez más intensamente las voces que piden su cabeza.

El ex diputado Jirí Payne ha señalado que la campaña electoral fue preparada por un limitado círculo de personas, sin consultar con el grupo parlamentario y las bases del partido.

Según los analistas, la campaña electoral del Partido Cívico Democrático,protagonizada casi exclusivamente por Václav Klaus,fue un chasco. El eslogan "Toda la nación vota por Klaus" no resultó y el fracaso del Partido Cívico Democrático hundió a toda la derecha checa. Los electores votaron mayoritariamente a la izquierda.

La derrota sufrida por la formación de Václav Klaus el pasado fin de semana es ya la segunda en elecciones parlamentarias. Klaus había sido ya derrotado por la socialdemocracia en 1998.Los comentaristas comparan por eso el partido de Václav Klaus a una empresa que no genera beneficios. En tal situación suele reunirse el consejo de administración para relevar al director. Sin embargo, la comisión ejecutiva del Partido Cívico Democrático no tuvo ayer el coraje necesario para decir a Klaus que se fuera.