J. L. Buñuel: “A mí me gustan las películas mexicanas de mi padre”

Foto: Gonzalo Núñez

En el Festival de Cine de Zlín, que concluyó este domingo, uno de los invitados estelares fue el realizador Juan Luis Buñuel, quien viajó hasta la ciudad morava para mostrar algunas películas suyas y para homenajear la figura de su padre, el gran Luis Buñuel.

Juan Luis Buñuel,  foto: Gonzalo Núñez
El rostro de Juan Luis Buñuel es el vivo reflejo del de su padre, Luis Buñuel, uno de los mayores genios que ha dado la cinematografía mundial. Pero cuando a Buñuel hijo se le comenta que se parece mucho a su padre, él se muestra incómodo: “Eso yo no lo sé, usted lo dice”, alega.

Nacido en París, en 1934, Juan Luis Buñuel fue uno de los principales invitados extranjeros en la edición 49 del Festival Internacional de Cine Infantil y Juvenil de Zlín, que este año estuvo dedicado al cine español.

Y aunque en su encuentro con la prensa checa se mostró reticente a responder preguntas que consideró frívolas, después, en un encuentro con Radio Praga, se relajó y recordó a su padre.

Calanda. Crédito: Wikipedia.
“Hay muchas películas que hizo en México, pequeñas películas que me gustan mucho. ‘Él’ es muy importante, ‘El ángel exterminador’, pero también ‘La ilusión viaja en tranvía’, que es una maravilla. Son pequeñas películas pero son magníficas. A mí me gusta más la parte mexicana de su obra”.

El debut como director de Juan Luis Buñuel fue el documental ‘Calanda’, de 1966, que muestra la tradición de los tambores para Semana Santa en la localidad donde nació su padre, tambores que le marcaron para toda la vida. Ahora, en el Festival de Zlín, mostró ‘Calanda, 40 años después’, en el que Juan Luis Buñuel viajó una vez más a ese pueblo aragonés.

“Yo hice mi primera película, después de doce años como asistente de dirección, sobre Calanda, un documental. Y ahora regresé, 40 años después, para mostrar cómo ha cambiado el pueblo en todo este tiempo. Y ojalá que mi hijo, ahora que es camarógrafo, que dentro de 40 años él pueda ir a filmar allá a Calanda otra vez, me lo prometió, yo no voy a estar. Es interesante, tres películas sobre Calanda. Y a ver si su hijo hace también la película, ¿quién sabe?”.

La ilusión viaja en tranvía
Sin embargo, el primer trabajo en cine de Juan Luis Buñuel fue mucho antes, en 1956, de traductor de Orson Welles en México, para el rodaje de un filme maldito: ‘Don Quijote’. ¿Cómo se portó el a veces irascible Welles con el hijo de Luis Buñuel?

“Conmigo muy bien, me trató muy bien. Yo no sabía nada. Yo hacía lo que él decía, le traducía cuando le hablaba inglés al técnico, pero bien. Después íbamos a beber. Yo tenía 22 años, acababa de hacer la universidad. Él se echaba su botella de vodka y yo una Coca Cola. Es una lástima, me gustaría ser su asistente ahora, sabiendo lo que sé ahora de cine, para poder hacerle preguntas. Entonces no sabía nada”.

En Zlín también se mostró el documental ‘El último guión. Luis Buñuel en la memoria’, en el que Juan Luis Buñuel y el guionista francés Jean-Claude Carriere recuerdan a Luis Buñuel y hablan con estrellas como Silvia Pinal y Angela Molina.

“Muy simple, son recuerdos. Jean-Claude Carriere cuenta cómo hicieron los guiones juntos, visitamos los lugares en que vivimos en México, en Nueva York, en Los Ángeles, etc. Son recuerdos. No sé, no puedo juzgar esa película porque me odio, me veo y digo qué horror, qué malo. Soy director y sé que soy malo”.

Belle de jour
Juan Luis Buñuel también quiso hablar de Catherine Deneuve, que trabajó tanto con su padre, en ‘Belle de jour’, como con él.

“No le gustaba nada ‘Belle de jour’ a mi padre, una película de putas, no le interesaba. Le interesaba la mentalidad de Catherine Deneuve, sus problemas mentales en la película, pero el resto nada. Al final de ‘Belle de jour’ hay una escena en que aparece la Deneuve amarrada a un árbol, le están dando latigazos, y le tiran algo como excrementos en la cara. Pues nadie del equipo técnico se atrevía a tirarle eso, que era yogurt color caca, pero nada asqueroso. Entonces yo, que trabajaba como asistente, me atreví y le tiré el yogurt a Catherine y después nos hicimos muy amigos y hasta trabajó en mi película, ‘La chica de las botas rojas’. Era muy profesional, guardo muy buenos recuerdos de ella”.

Sobre el legado de su padre y el porqué de la importancia de su cine en la actualidad, se muestra reacio a explayarse.

“Eso yo no puedo contestar. Hay que ver las películas y que cada uno saque sus propias conclusiones, eso es lo importante. Yo no voy a decir cómo tienen que pensar. Son películas buenas, guiones magníficos y temas extraños e interesantes siempre”.

Juan Luis Buñuel disfrutó mucho en Zlín, fue muy requerido por la gente y hasta firmó autógrafos. Además, presentó algunas películas de su padre, como ‘Viridiana’, ‘Tristana’ y ‘El perro andaluz’. Eso sí, reconoció que antes de que David Čeněk, programador del Festival de Zlín, lo invitara, no sabía siquiera de la existencia de esa ciudad checa.

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