Hace cien años se dejó de reconocer a la nobleza en Checoslovaquia

Foto: Wolfgang Sauber, CC BY-SA 3.0

A pesar de que los títulos nobiliarios se pueden oír en ocasiones en Chequia hasta hoy, su uso fue prohibido oficialmente hace cien años.

Foto: Wolfgang Sauber,  CC BY-SA 3.0
“Los checos o son groseros o besan la mano”, así se expresó el vicegobernador de Bohemia, conde Thun y Hohenstein, en 1893. Esta síntesis de su visión de los checos capta bien lo ambivalente de la relación de esta nación con la aristocracia.

En 1918, una nueva ley puso el uso de los títulos nobiliarios fuera del marco legal para convertirse en una de las primeras normas jurídicas aprobadas por la nueva Asamblea Nacional de Checoslovaquia.

Puede parecer curioso que un país recién nacido que surgió en medio de la hasta entonces más sangrienta guerra se centrara en un asunto así en vez de solucionar dificultades más evidentes, como por ejemplo el abastecimiento de alimentos y la protección de fronteras. Un papel importante tuvo la entonces fuerte mitología nacionalista a la que se sumó la intención de llevar a cabo una reforma agraria. Fueron precisamente los miembros de las familias nobles a los que les afectó más esta medida.

Zdeněk Bezecný,  foto: David Sedlecký,  CC BY-SA 3.0
Eso a pesar de que muchos de ellos apoyaban la fundación del nuevo país, explica el historiador Zdeněk Bezecný de la Universidad de Bohemia del Sur.

“Si comparamos el concepto de la nacionalidad tal como lo entendía la sociedad burguesa que triunfa en el siglo XIX, esa lo percibe como algo cultural que tiene que ver mucho con el lenguaje. Sin embargo, la aristocracia se relaciona más con la tierra. Creo que en el principio del siglo XX era bastante común oír a los miembros de la nobleza checa expresando su pertenencia a la nación checa en alemán”.

Sus palabras las confirma Constantin Kinský, descendiente de una de las importantes familias de la antigua nobleza, quien a pesar de haber nacido en Francia se declara patriota checo.

Constantin Kinský,  foto: Vít Pohanka
“Era una época interesante. Por ejemplo, mi abuelo apoyaba intensivamente la fundación de la nueva república y fue gran amigo de Jan Masaryk. Incluso le ofrecieron el cargo de ministro de Agricultura”.

A pesar de todo eso, la revolucionaria Asamblea Nacional sentía la necesidad de mostrar a los aristócratas que su posición de élite política, social y cultural se había acabado. Fue parte de la atmósfera de ruptura general con el antiguo orden.

Los nobles checos perdieron no solo gran parte de sus propiedades, sino también el derecho de utilizar sus títulos. La ejecución de tal medida ha sido siempre complicada, sin embargo, sigue vigente hasta hoy. Es por ello que desde el punto de vista legal, si le llamamos a alguien utilizando un título nobiliario en Chequia, se trata en efecto de un delito penal.