Hace 25 años fue redescubierto en Chequia el relicario de San Mauro

El relicario de San Mauro, foto: NPÚ

El relicario de San Mauro, una de las más valiosas joyas histórico-culturales de Chequia, cumple este mes el 25 aniversario de su redescubrimiento. Este baúl de madera de principios del siglo XIII, instalado actualmente en el palacio de Bečov, Bohemia Occidental, fue escondido en territorio checo a finales de la Segunda Guerra Mundial y sólo fue encontrado 40 años después.

El relicario de San Mauro,  foto: NPÚ
Si no hubiera sido por la casualidad, el relicario románico de San Mauro, cuyo valor es comparable al de las joyas de coronación de los reyes de Bohemia, quizás estaría desaparecido para siempre. En 1984, un comerciante estadounidense ofreció al Estado Checo 250.000 dólares a cambio de poder llevarse del país un antiguo obsequio de cuya existencia nadie sabía supuestamente.

A las autoridades checas les pareció sospechosa la oferta, por lo que encargaron a un equipo de especialistas averiguar de qué objeto podía tratarse. Las investigaciones tardaron un año y el resultado fue impresionante, según recuerda la historiadora Kateřina Pánková, de la Administración del Palacio de Bečov.

El Palacio de Bečov,  foto: NPÚ
”A comienzos de noviembre de 1985, en el castillo de Bečov, debajo del piso de la capilla de la Virgen Maria fueron halladas decenas de botellas de cognac y vino y, junto con ellas, el relicario de San Mauro. La obra había sido propiedad desde mediados del siglo XIX de la familia aristócrata de los Beaufort, que la instalaron en su sede en Bečov. Al terminar la Segunda Guerra Mundial, los Beaufort debieron abandonar el territorio checo por haber colaborado con los nazis y entonces decidieron esconder el relicario para volver por él algún día. Por mucho tiempo la valiosa obra quedó olvidada”.

El relicario que durante 40 años permaneció bajo tierra, se encontraba en muy mal estado al ser recuperado de su escondite, y su restauración llevó casi diez años. Se trata de un baúl de 140 centímetros de longitud, 42 de ancho y unos 65 centímetros de altura. Su esqueleto está decorado con piedras preciosas, plata y cobre enchapados en oro. Tras su restauración, el relicario volvió en el año 2002 a Bečov y fue instalado en el reconstruido palacio local, en una vitrina especial en la que se conserva un clima estable, como indicó Kateřina Pánková.

El relicario de San Mauro,  foto: NPÚ
“Durante su restauración, el relicario fue abierto y los expertos sometieron a un análisis ADN los restos de telas y los huesos que se encontraban en él. El relicario es una extraordinaria muestra de la orfebrería euroccidental del siglo XIII y fue fabricado para ser depositadas en él las reliquias de San Mauro, San Timoteo, San Juan Bautista y San Apolinar. Después del análisis de ADN, y bajo supervisión de dignatarios eclesiásticos, las reliquias fueron devueltas a su lugar”.

Los especialistas confirmaron la presencia de restos mortales de cuatro personas en el relicario pero nadie puede decir con exactitud si se trata realmente de despojos de los mencionados santos.

El relicario de San Mauro, en el Palacio de Bečov, forma parte del Patrimonio Nacional de la República Checa. Se trata de uno de los tres relicarios románicos en forma de tumba que se han conservado en Europa. Los otros, que se encuentran en territorio alemán son el Cofre de María, en Aquisgrán, y el relicario de San Heriberto en Colonia del Rin. No obstante, el relicario de San Mauro es el único que no es propiedad de la Iglesia.