Gobierno checo aprobó polémica medida para combatir la corrupción

Stanislav Gross

"Provocación dirigida", así se denomina la polémica medida aprobada este miércoles por el Gobierno de la República Checa para combatir la corrupción en la administración pública del país.

El Gobierno checo considera que la provocación dirigida podría representar un arma eficaz para combatir la corrupción cuyo índice, según el informe anual presentado por el ministro del Interior, Stanislav Gross, aumentó en los últimos años, especialmente entre los empleados del sector público.

El ministro Gross fue el encargado de elaborar para finales del presente año un estudio sobre la eventual utilización de agentes especiales para comprobar la integridad profesional y moral de los empleados públicos. Stanislav Gross reconoció que el tema es bastante sensible y que se requerirá que la provocación dirigida sea delimitada por normas legales. A la vez afirmó estar convencido de que el método ayudaría a erradicar la corrupción.

"En el caso de algunas profesiones, el empleado público tendría la obligación de someterse a un examen especial por parte de su superior. La prueba, además de los aspectos profesionales, ayudaría a comprobar las cualidades morales del empleado. Si el empleado resultara reprobado, perdería el empleo".

El Gobierno confía en que la provocación dirigida podría ayudar a combatir la corrupción especialmente entre los policías, los aduaneros y los empleados de otros sectores de la administración pública.

La oposición, por su parte, sigue rechazando el método. El vice presidente del opositor Partido Cívico Democrático, Ivan Langer, subrayó que es imposible permitir que en la sociedad checa proliferen nuevamente soplones, provocadores y delatores. Destacó también que, en vista de las elecciones parlamentarias de junio próximo, la gobernante Socialdemocracia checa no debería permitirse iniciar este método que, en caso de perder los comicios, no podrá llevar a la práctica.