Fischer acepta la vicepresidencia del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo

Jan Fischer, foto: ČTK

El primer ministro checo, Jan Fischer, aceptó su nominación a vicepresidente del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo, que debería asumir en septiembre próximo. El mandatario adelantó que no dimitirá a su actual puesto mientras no sea formado un nuevo Gobierno checo. Éste debería surgir de las elecciones parlamentarias de mayo próximo.

Brigita Schmögnerová,  foto: ebrd.com
Jan Fischer debería reemplazar en el cargo de vicepresidente del Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD), con sede en Londres, a la eslovaca Brigita Schmögnerová, cuyo período de funciones vence el 31 de agosto de este año. El cambio cuenta con pleno respaldo de la representación política checa, aunque originalmente estaba previsto que Fischer volvería a encabezar la Oficina de Estadísticas Checa, puesto que había abandonado para dirigir el Gabinete tecnócrata.

Fischer informó este miércoles que ha aceptado la oferta, al tiempo que recalcó que no abandonará el Gobierno checo mientras no sea formado un nuevo Ejecutivo surgido de las elecciones generales de mayo próximo.

Jan Fischer,  foto: ČTK
”Se supone que mis tareas en el Banco debería asumirlas el 1 de septiembre, pero el acuerdo previo es que en caso de necesidad, aunque estoy convencido que esa situación no surgirá, me sería facilitado cumplir con mis compromisos como jefe de Gobierno en Chequia. En ese caso continuaría encabezando el Gabinete saliente mientras sea necesario”.

Según ejecutivos de la institución bancaria, la nominación de Jan Fischer debería ser confirmada por el Consejo de Administración del Banco el 6 de mayo. Se prevé que el vicepresidente Fischer se encargaría de la realización de proyectos medioambientales y de desarrollo sostenible. Coordinaría asimismo la estrategia de los proyectos de inversión en los países donde el BERD realiza sus actividades, y paulatinamente asumiría también el sector de seguridad nuclear, cuya tarea consiste en reforzar la seguridad de las centrales electronucleares.

El Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo surgió en 1991, con el fin de ayudar a los antiguos países comunistas con la transición de la economía centralizada a la economía de mercado.