Especialistas checos desarrollaron un cesto de basura resistente a explosiones

Foto: ČT

Científicos checos de la ciudad de Brno desarrollaron un nuevo tipo de papelera pública capaz de proteger a los ciudadanos de los efectos destructivos de una bomba. La gran resistencia de este recipiente a la eventual explosión fue comprobada por el Instituto Checo para el Control de las Armas y la Munición.

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Desarrollar nuevas formas de protección de los habitantes ante eventuales ataques terroristas es una de las principales tareas que se plantean los Gobiernos de varios países del mundo, en vista de la creciente actividad del terrorismo internacional.

Científicos checos presentaron recientemente un nuevo tipo de bote de basura ‘antiterrorista’. Mientras que en caso de estallar un explosivo en las papeleras más antiguas, incluidas las hechas de hormigón, éstas se destrozarían en miles de pedazos, el nuevo tipo de recipiente de basura es capaz de retener los efectos destructivos de una bomba de entre uno y cinco kilos, según Radek Holešínský, director del Instituto de Investigaciones de Materiales de Construcción, de la ciudad de Brno.

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”El nuevo tipo de contenedores de basura queda absolutamente intacto al estallar en él un explosivo de hasta cinco quilos de peso. Está hecho de un tipo especial de hormigón, cerámica y acero, y también utilizamos fibras de vidrio y otros materiales nuevos que se caracterizan por una alta capacidad de absorción”.

Hasta hace poco, Chequia se veía obligada a importar las papeleras ‘antiterroristas’ de Israel, Gran Bretaña o Estados Unidos. Actualmente es capaz de cubrir la demanda nacional y, en caso de interés, suministrarlas también a otros países.

Radek Holešínský,  foto: ČT
No obstante, según el jefe del proyecto, Stanislav Rolc, del Instituto Militar de Investigaciones, de Brno, para la máxima protección de las personas de los efectos de una eventual explosión es preferible que éstas estén a una determinada distancia del recipiente.

”En el caso concreto de estos nuevos cestos de basura, la distancia segura a la que debería encontrarse una persona para estar protegida al máximo de los efectos destructivos de una bomba instalada en el recipiente es de unos cinco metros”.

Stanislav Rolc,  foto: ČT
Al igual que sucedió en otros países, en los años 90 también en la República Checa, concretamente en la zona de Praga 3, estallaron unos explosivos colocados en un bote de basura, resultando heridas tres personas. En vista de los cada vez más frecuentes ataques del terrorismo internacional en el mundo, en las estaciones del metro de Praga fueron instalados en 2010 contenedores especiales de protección, importados de Israel. Varias alcaldías de la República Checa han manifestado ahora interés por adquirir los recipiente de basura de producción nacional resistentes a explosiones, para instalarlos en zona públicas.