Embajadora de la lengua y la cultura checa en el Chaco

Buenos Aires, foto: Jaan-Cornelius K., CC 2.0

Transmitir la lengua y la cultura checas a los descendientes de emigrantes de la región argentina del Chaco es la misión de la profesora Zuzana Šepsová. En entrevista para Radio Praga nos habló de su trabajo, su lucha con el español y el impacto cultural que le supuso el cambio de continente.

La comunidad de descendientes de checos en la región argentina del Chaco es una de las mayores de Latinoamérica, y precisamente, junto a la de Buenos Aires, es una de las dos comunidades en países de habla hispana que cuentan con la presencia de un profesor de checo enviado por el Gobierno de Praga.

Buenos Aires,  foto: Jaan-Cornelius K.,  CC 2.0
Zuzana Šepsová es desde hace cinco meses la nueva maestra destinada a mantener la identidad, cultura y lengua checas entre los descendientes de los emigrantes checoslovacos. Debido a las diferencias obvias entre las distintas generaciones, se trata de una misión con diversas facetas.

“Tengo tres grupos de adultos en Presidencia Sáenz Peña y enseño a otros tres grupos en Resistencia. El resto son clases dedicadas a niños y adolescentes en Sáenz Peña. En realidad la mayor parte del tiempo que destino a clases está dedicado a los más pequeños. Pero por otro lado no puedo decir que se trate de enseñanza convencional, es más bien una manera de familiarizarlos con la lengua, más que enseñanza”.

De este modo, el trabajo de profesora de checo en la zona en ocasiones se asemeja más al rol de embajadora cultural, o representante, en carne y hueso, de la República Checa actual, algo que rebasa el mero arte de enseñar la lengua, incide Šepsová.

“Tengo estudios de profesora de lengua y literatura checas, así como de educación musical, y antes había trabajado 10 años en un centro de secundaria. Trabajaba también en la Casa de Colaboración con el Extranjero, pero en los programas de Erasmus+, lo que no tenía nada que ver con lo que hago ahora”.

Peleando con el español

Šepsová se ha sentido desde el principio bien recibida e integrada en la comunidad, que se halla además ávida de mejorar su checo y de seguir aprendiendo más sobre la tierra de sus antepasados. Si existe un obstáculo ese es sin duda su nivel de español, lamenta.

“Las clases de cultura, y cosas más generales, conocimientos sobre el país, las puedo impartir con los grupos que entienden checo, es decir, con las clases de más edad, con las que tengo una clase a la semana. Parte de mi trabajo es también implicarme en las actividades de la comunidad, por ejemplo ayudo en el acompañamiento musical de algunos actos. Me frena un poco el hecho de no hablar bien español, así que a los más pequeños les pongo vídeos en español de la República Checa, y otros materiales accesibles, pero en checo puedo hablar solo con los cursos avanzados”.

La falta de familiaridad con el idioma la hace además dependiente de ayuda para desenvolverse en cualquier tipo de trámite, un problema que amenaza con durar más de la cuenta.

“Antes de irme para Argentina tuve un curso intensivo de diez días con una compañera de trabajo que también es profesora de español, así que conocía las cosas más básicas. Pero de todas maneras una al llegar descubre que el español local es un poco distinto, de modo que hasta hoy tengo problemas para entender y mi español no da para grandes conversaciones. Lo siento como un gran hándicap. Lo sigo estudiando, pero como autodidacta, ya que aquí de momento en Sáenz Peña no hay medios, no hay ninguna escuela de idiomas”.

Impresiones sobre el Chaco en un blog

La nueva profesora de checo del Chaco se presentó al puesto con la esperanza de poder trabajar en el extranjero. Conocía poco Argentina, y menos aún el norte del país, y apenas se imaginaba cómo cambiaría su vida tras ganar la candidatura, confiesa.

“De Argentina realmente no sabía mucho, solo que era un país muy grande, que estaba en Suramérica, que tenía un paisaje muy bonito, la Patagonia, y ese tipo de cosas que uno lee en reportajes de viajes en la tele o las revistas. Pero aquí en el norte es completamente distinto, el paisaje no es muy variado, es una planicie, y es muy árido. Durante todo el año hace bastante calor. No tiene mucho que ofrecer desde el punto de vista turístico. Por otro lado para el promedio europeo es una zona muy tranquila, lo que me viene bien. En Praga, y en Europa en general, hay mucho estrés, y aquí se está tranquilo. Uno tiene tiempo para todo”.

Toda la sorpresa y fascinación que despierta el Chaco en Šepsová, a veces de forma positiva, otras negativa, va quedando progresivamente reflejada en un blog personal que la profesora va completando con fotografías, anécdotas y diversas vivencias.

La aventura de abrirse una cuenta bancaria, la peculiar manera de moverse por la ciudad cuando no se tiene auto, o los ingredientes para cocinar el locro, la especialidad local, protagonizan algunos de sus posts.

“El blog surgió porque muchos amigos me pedían que escribiera mis experiencias, así que en lugar de mandar e-mails me decidí a escribir un blog. La mayoría de los textos son de mi primer periodo, de los primeros meses, cuando todavía no lo había digerido. Cuesta al principio comprender la mentalidad, cómo la gente se trata, se comporta, cómo se toman la vida. Fue un pequeño shock cultural, estaba un poco desconcertada. Diría que tras estos primeros cinco meses ya lo he asimilado, me he hecho a la idea y asumo cómo la gente lo tiene aquí establecido. No se puede hacer nada”.

De la misma manera que Šepsová desconocía en buena medida la realidad argentina, siente también que sus alumnos y miembros de los clubes de descendientes de checos tampoco tienen una imagen precisa de Chequia o de Europa en general, una barrera que precisamente las personas como ella y otras instituciones públicas están tratando de superar.

“La mayoría de ellos no ha estado en la República Checa, lo que tienen es información a través de los han estado aquí como profesores y de vez en cuando de los viajeros checos que atraviesan América Latina, por ejemplo en moto, y que suelen parar por aquí. Es relativamente corriente, en los últimos cinco meses han pasado tres grupos. Ese es su único contacto. Y por supuesto siguen Internet, siguen Radio Praga, y los artículos de Radio Praga a menudo aparecen en sus perfiles de Facebook”.

Por desgracia el nivel socioeconómico de los habitantes de municipios como Presidencia Roque Sáenz Peña no permite en la mayoría de los casos costearse un viaje a la República Checa. De ahí el valor de iniciativas como la escuela de verano de Dobruška, donde este año ha podido estudiar checo una de las muchachas locales.