El Sparta se queda con el derby capitalino

Luboš Hušek (Sparta) y Dušan Vasiljevič (Slavia), foto: ČTK

Una victoria por la cuenta mínima logró el Sparta en su visita al feudo de su mayor rival, el Slavia. Ambos equipos capitalinos se enfrentaron en el clásico por excelencia del fútbol checo y los dirigidos por Jozef Chovanec se llevaron el botín tras una jugada a balón parado.

Luboš Hušek  (Sparta) y Dušan Vasiljevič  (Slavia),  foto: ČTK
El derby entre el Slavia y el Sparta, jugado al atardecer del lunes en el estadio Nuevo Eden, ante veinte mil espectadores, cerró la décima fecha de la Liga Gambrinus. Como es el partido más importante del fútbol checo, había mucha expectación, aunque el juego no las colmara.

Hubo acción en ambas áreas y hasta un balón en el travesaño para el Slavia, tras un tiro directo. Pero el marcador final, 0-1 para la visita, reflejó el nivel de ambos clubes, que marchan a tientas en la liga checa y en la Europa League definitivamente están haciendo el ridículo.

Sin embargo, cabe destacar el juego del marfileño Bony Wilfried, quien marcó el único gol con un remate a bocajarro tras un despeje a medias del portero Vaniak, que quedó en el área chica del Slavia.

El entrenador del Sparta, Jozef Chovanec, muy cuestionado en su cargo antes del encuentro, respiró aliviado tras el silbato final.

Tomáš Řepka  (Sparta) y Zdeněk Šenkeřík  (Slavia),  foto: ČTK
“En el estadio del Slavia no es nada fácil ganar. Los rojiblancos no han perdido aquí en 20 partidos consecutivos de la liga, así que me alegro de haber triunfado. Todos saben que ambos equipos fueron sometidos a una dura crítica antes del clásico. Hemos llegado con un juego bien organizado. Nos enteramos de que el punto débil del Slavia son las situaciones a balón parado y de una hemos logrado marcar”, sostuvo Chovanec.

Con este triunfo, el primero del Sparta en el estadio Nuevo Eden, Chovanec se quita un poco de presión por el pobre desempeño de su equipo en general.

Por su parte, Karel Jarolím, técnico del Slavia, el actual campeón del fútbol local, no pudo ocultar su desazón, aunque desmintió que pensara dimitir, tras una consulta periodística.

“No me siento amenazado. Nadie me ha insinuado que debería renunciar. Para mí este resultado es una motivación aún mayor. ¿Cuándo uno debería sacar fuerzas de flaqueza y demostrar que puede mejorar, si no ahora, después de una derrota ante el Sparta?”, indicó Jarolím.

Tras su victoria, el Sparta saltó al tercer lugar de la tabla de posiciones, con 18 unidades, aunque todavía lejos de los líderes, el Jablonec, con 23, y el Teplice, con 22. El Slavia, en tanto, quedó relegado a la sexta posición, con 16 puntos.

Sin duda, un derby redondo para el Sparta, que le faltó el respeto a su rival preferido. Y en su propia casa.

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