El Prague Pride llenó de colores las calles de la capital checa

Foto: Kristýna Maková

Con un desfile multitudinario y un concierto con bandas de diferentes países como Charlie Straight, Toxique y la israelí The Young Professionals, la segunda edición del festival del Orgullo Gay de Praga, el Prague Pride, tuvo su momento culminante el sábado. La marcha arco iris también se encontró sin embargo con protestas que terminaron con varios opositores al evento detenidos.

Foto: Kristýna Maková
Miles de personas se reunieron este sábado en la Plaza Venceslao para el Prague Parade, el desfile del orgullo de Praga, que no solo contó con la participación de gays, lesbianas y transexuales, sino también con miles de simpatizantes y defensores de sus derechos, incluidas familias con niños.

Foto: Kristýna Maková
Pero también congregó a unos 50 manifestantes que protestaron contra el evento y contra la tolerancia a las diferentes tendencias sexuales. Se trata de conservadores de la asociación DOST (‘Basta’), y antiabortistas, que consideran el festival “obsceno y que propaga la insoportable ideología de la homosexualidad”, en palabras de los responsables de la concentración.

Los contrarios a la tolerancia con las minorías sexuales recibieron el saludo del presidente de la República, Václav Klaus, que les transmitió su secretario, Petr Hájek. El ayudante del presidente criticó a los políticos que han defendido el festival y a los medios de comunicación por la forma en que han tratado el Prague Pride.

Foto: Kristýna Maková
Al final, la Policía detuvo a siete de estos manifestantes que entorpecían el normal desarrollo del desfile.

Pero a pesar de la polémica, Chequia es objetivamente tolerante con las diferentes tendencias sexuales, y Praga lo es especialmente. Es de hecho una de las ciudades más abiertas de Europa, según algunas clasificaciones aparecidas en la última semana. “Si antes de la Revolución de Terciopelo más de la mitad de la población expresaba opiniones homófobas, ahora es solo un 6%”, asegura el psicólogo Petr Weiss. Estas son personas en su mayoría procedentes de pequeños núcleos urbanos, con bajo nivel educativo y religiosos.

Foto: Kristýna Maková
La multitudinaria y colorida marcha del sábado por las calles del centro de la capital checa concluyó en la isla de los Tiradores, en medio del río Moldava, donde se celebró también un encuentro musical, con decenas de conjuntos de diversos países de Europa y el mundo.

Entre ellos, por segundo año consecutivo, Charlie Straight, una de las bandas checas más exitosas del momento, que con un pop melódico en inglés y letras inteligentes ha sabido ganarse el aprecio de la crítica y el público.

El vocalista y líder de la banda, Albert Černý, comentaba que volver a presentarse en el marco del Prague Pride, y con un nuevo disco bajo el brazo, es una noticia muy bienvenida por la banda.

Albert Černý,  foto: Gerald Schubert
“Tocamos en Prague Pride el año pasado y resultó ser una sorpresa muy agradable, ya que hubo una muy buena atmósfera, nada de manifestaciones políticas ni peleas, sino que una sana diversión, un festival de música con grupos de varios países y gente que venía a pasarlo bien, en suma, un muy agradable ambiente”.

‘Someone With a Slow Heartbeat’ es el título del nuevo álbum de la banda, en el que confirman todo lo bueno de su debut hace cuatro años. En entrevista con Radio Praga, Albert Černý, comentaba que no le molesta para nada que los comparen con la banda británica Coldplay.

Foto: Kristýna Maková
“Si debo definir nuestro estilo suelo decir en broma que somos un grupo más interesante y menos aburrido que los Coldplay, aunque es una definición muy vaga. Pero si me encuentro con alguien en la calle y me pregunta por nuestra música, suelo decir esto”.

También presentes en el concierto del Prague Pride estuvieron Toxique, otra banda checa que practica un pop en inglés, pero más lúdico y bailable que Charlie Straight, y los israelíes The Young Professionals, que se decantan por el electro pop. El Prague Pride 2012 concluyó el domingo, pero prometió volver el próximo año para su tercera edición, convertido ya en una fiesta veraniega ineludible, la fiesta de la igualdad sexual.