Ganar las próximas elecciones parlamentarias en la República Checa es la principal meta del Partido Cívico Democrático checo trazada en el congreso de la mayor formación de la oposición checa, celebrado el pasado fin de semana.
Congreso del Partido Cívico Democrático, foto: CTK El congreso efectuado en la ciudad
morava de Luhacovice, se caracterizó por una ardua crítica del Gobierno de
coalición checo. Los delegados acusaron al gabinete de Vladimír Spidla de
dañar los intereses de la República Checa, a la vez que criticaron la
reforma de las finanzas públicas, calificándola de mera modificación del
estado actual de las cosas. Al criticar al Gobierno, algunos de los
delegados recurrieron a ciertas impertinencias, lo que no le gustó al líder
del Partido, Mirek Topolánek.
"Tratemos de no ser agresivos y de aprovechar el humor en nuestras críticas. Nuestra postura negativa frente al estado actual de las cosas en la República Checa no debería traducirse en una irritada forma de actuación para con nuestros rivales. Lo fundamental es desenmascarar ante la ciudadanía los errores del Gobierno y los daños que éste causa al país", dijo Topolánek.
Mirek Topolánek (por la derecha) con Jan Zahradil, foto: CTK
El congreso del Partido Cívico Democrático se trazó
como una de sus principales metas derrocar al Gobierno de coalición,
utilizando para ello los medios constitucionales disponibles. La formación
política quiere ganar las próximas elecciones parlamentarias del 2006. Una
victoria parcial en ese camino sería el éxito del partido en las elecciones
senatoriales, regionales y al Parlamento Europeo, a efectuarse en la
República Checa el próximo año. Según Mirek Topolánek, el congreso de
Luhacovice reafirmó que el Partido Cívico Democrático está preparado para
ese reto.
"El congreso verificó la unidad del Partido Cívico Democrático y su decisión de vencer en las elecciones futuras a los partidos gubernamentales", sostuvo Topolánek.
El Partido Cívico Democrático confía en el amplio apoyo de la ciudadanía al logro de ese objetivo.