Después de cuatro años de gobierno compartido con socialdemócratas y democristianos, Andrej Babiš, líder del movimiento ANO, ha intentado carrera política en solitario. Pero al final, su Gobierno no puede existir sin la Socialdemocracia y los comunistas.
Andrej Babiš, foto: ČTK / Michal Krumphanzl
El multimillonario checo de origen eslovaco, Andrej Babiš, dijo en su
momento que había entrado en la política de manera un tanto forzada. Ya
no podía soportar la mala gestión que hacían los políticos de los
bienes públicos.
Tras un fracaso inicial ante la Cámara de diputados, el primer ministro Andrej Babiš, vencedor de los comicios generales de octubre, al frente del movimiento ANO, pidió por segunda vez a los legisladores que le dieran el voto de confianza a su Gabinete.
“Nos presentamos ante ustedes con humildad, para pedirles el voto de confianza sobre la base de nuestro programa de Gobierno de coalición minoritario. Lo integran ministros del movimiento ANO y de la Socialdemocracia respaldados por los diputados del Partido Comunista que decidieron apoyar el surgimiento del Gabinete y tolerarlo”.
Foto: Barbora Němcová
En su alocución, el primer ministro insistió en que su programa de
gobierno era el fruto de una estrecha cooperación con diferentes sectores
de la sociedad como, por ejemplo, cámaras de comercio, sindicatos y con
los aliados políticos.
“El programa tiene seis puntos principales. La reforma del sistema de pensiones, Chequia digital, la lucha por imponer los intereses checos en la Unión Europea y los intereses europeos en el mundo, un programa estratégico de inversiones, la reforma del estado y el incremento de la seguridad”.
Al igual que en el primer intento de Babiš por obtener el voto de confianza de la Cámara Baja, el mandatario Miloš Zeman asistió a la sesión para expresar su respaldo al Gabinete.
Miloš Zeman, foto: ČTK / Roman Vondrouš
“Hace aproximadamente un mes, el presidente del movimiento ANO, la
Socialdemocracia y el Partido Comunista me pidieron que asistiera a la
Cámara de Diputados a apoyar al gobierno. Con gusto accedí, porque es el
deber de cada presidente apoyar al gobierno que previamente había
nombrado”.
El presidente Zeman subrayó que no hablaría de las dificultades, tensión y enfrentamientos que protagonizaron las formaciones políticas hasta llegar al segundo Gabinete de Babiš. Prefirió analizar de forma breve el programa de gobierno, algo alabó y algo criticó.
“Aprecio mucho el hecho de que en la declaración programática se incluya la idea de un plan de inversión a diez año plazo. Doy la bienvenida a este programa de inversiones. Si tuviera que hablar sobre mis preferencias subjetivas, primero pondría la protección de los monumentos culturales que a veces se desmoronan en nuestras manos”.
Foto: ČTK / Michal Krumphanzl
En la parte crítica de su discurso, el presidente se refirió a las
deficiencias en la planificación y construcción de infraestructuras, así
como en lo referente a la política energética. Pero a grosso modo
expresó satisfacción por las propuestas del Gabinete de Andrej Babiš.
La oposición política ha criticado a Babiš que por sus ansias de gobernar ha permitido el retorno de los comunistas al poder, que han condicionado su apoyo con puestos en las Juntas directivas de las empresas estatales y la aplicación de impuestos a las remuneraciones a las iglesias, como parte de la devolución del patrimonio que el régimen comunista les había confiscado.
Por su parte, los partidos de la derecha, que conformaron un efímero bloque democrático, critican que el primer ministro afronte cargos por sospechas de fraude con fondos europeos, decidieron darle la espalda y renunciaron a toda alianza gubernamental.
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