El hospital de Ostrava desarrolla una técnica para prevenir amputaciones

El hospital de Ostrava ha desarrollado una técnica para prevenir amputaciones, principalmente a pacientes diabéticos. Consiste en la inyección de células madre a la médula ósea.

Zdeněk, como muchos otros enfermos de diabetes, acudió al hospital de Ostrava porque había empezado a notar problemas en una pierna. La inflamación se agravó, tenía los pies hinchados y habían empezado a aparecer manchas negras que evidenciaban necrosis. En otro momento, a Zdeněk le habría esperado una amputación de la pierna por debajo de la rodilla.

No fue así. A los diez días Zdeněk se dio de alta y volvió a casa por su propio pie. Como él otros 50 pacientes. Se trata de una nueva técnica de transplante de células madre desarrollada por el hospital universitario de Ostrava en colaboración con otras clínicas de Alemania y Estados Unidos.

La clave se encuentra en la médula ósea, como explica el subdirector del hospital, Václav Procházka.

“En la República Checa tienen lugar cada año unas 5.000 amputaciones. Se trata de pacientes con isquemia, es decir, falta de riego sanguíneo, en las extremidades inferiores, principalmente debido a la diabetes. Ahora el porcentaje de éxito en el tratamiento es del 76 por ciento”.

Al paciente se le extraen células madre de su propia médula espinal y después se le inyectan en la médula ósea de la extremidad afectada para su regeneración. En la mayor parte de los casos los vasos sanguíneos se recuperan, la circulación se restablece y la extremidad se salva.

El método cuenta con la ventaja de que las células madre no son embrionarias, sino propias, y que por tanto no hay riesgo de rechazo.

Aún así una cuarta parte de los pacientes no se cura. Sin embargo, y como dato esperanzador, ya se sabe cuál es la causa y por tanto se puede empezar a trabajar en una solución, como nos cuenta Procházka.

“Descubrimos que un alto porcentaje de estos pacientes tiene en la médula ósea una insuficiencia de un cierto tipo de glóbulos blancos, que juegan un papel muy importante en la zona de la inflamación”.

La investigación se desarrolló gracias a una beca de la región de Moravia-Silesia. De momento el tratamiento no es cubierto por las aseguradoras médicas y el paciente ha de costeárselo de su propio bolsillo.