El dueño de una de las más grandes agencias de viajes checas hace frente a graves problemas financieros

Václav Fischer, foto: CTK

Václav Fischer, dueño de una de las agencias de viaje más grandes del país, es sacudido por problemas financieros. Sus empresas les deben a sus acreedores varios millones de euros y los ejecutores embargaron la semana pasada parte de sus bienes. El magnate petrolero checo, Karel Komárek, ofreció a Fischer pagar sus deudas.

Václav Fischer,  foto: CTK
El ex senador, Václav Fischer, es para muchos checos sinónimo de un empresario exitoso. En 1978, Fischer emigró a Alemania, donde fundó una agencia de viajes que se convirtió en una de las más grandes empresas de ese país. En los años noventa, el empresario logró dominar el mercado turístico de la República Checa. Compró sus propios aviones Boeing y los checos empezaron a aprovecharse ampliamente de sus baratísimos viajes, sobre todo, al Mediterráneo.

Pero el "boom" de los años noventa pasó y, últimamente, la empresa ha tenido que enfrentarse a la recesión en el sector turismo. En el año 2000, la compañía registró un déficit de más de 20 millones de euros y sufrió más pérdidas después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.

Poco a poco, el empresario fue contrayendo deudas y en la actualidad debe a sus acreedores varios millones de euros. Los ejecutores embargaron la semana pasada sus cuentas e incautaron parte de sus bienes, no obstante, la agencia de viajes Ficher sigue funcionando y su dueño está convencido de superar los problemas financieros.

"En caso de que fracase la agencia de viajes Fischer, o la compañía aérea Fischer Air, se produciría una situación grave. El mercado checo, e incluso el centroeuropeo, podría quedarse paralizado", advirtió el empresario.

El fin de semana pasado Václav Fischer concluyó un acuerdo con Karel Komárek, copropietario de los Yacimientos Petroleros de Moravia y de varias empresas gaseras checas, quien está dispuesto a pagar sus deudas recibiendo a cambio una participación en sus beneficios.

Ahora todo depende de que los acreedores de Václav Fischer acepten al nuevo inversionista.