El desempleo es una de las causas por qué los ex presos recaen en el delito

Foto ilustrativa: ČT24

El 60% de los presos que en la República Checa quedan en libertad, regresan después de algún tiempo a la cárcel, según datos del Servicio Penitenciario. Los antiguos reclusos tienen problemas para conseguir trabajo y frecuentemente por desesperación vuelven a violar la ley. El Ministerio de Justicia prepara un nuevo programa que persigue la prevención de estas recaídas.

Foto ilustrativa: ČT24
El Gobierno checo está interesado en alcanzar un menor nivel de reincidencia en cuanto a la delincuencia se refiere. Además del peligro de que las cárceles estén repletas, lo que podría provocar el descontento de los reclusos, cabe tener presente que la estadía anual de un recluso en la cárcel le cuesta al Estado más de 12.000 euros.

Sin embargo, más de la mitad de los presos que quedan actualmente en libertad vuelven a la cárcel, lo que se debe en gran medida a que no encuentran trabajo. El Ministerio de Justicia prepara un proyecto de ayuda a las personas que abandonan la prisión, según sostuvo Pavel Štern, viceministro de esa cartera para Asuntos Penitenciarios.

”Una de las prioridades del proyecto consiste en brindar mayor apoyo a las Organizaciones No Gubernamentales que ayudan a las personas que salen de prisión, ya sea ofreciéndoles alojamiento o trabajo. También el Estado quiere desarrollar una mayor actividad en la creación de nuevos puestos laborales para esas personas a fin de reducir las reincidencias”.

Foto ilustrativa: Prisión Pankrác,  Filip Jandourek
En los 35 centros penitenciarios que hay en el país se encuentran actualmente más de 23.000 presos. Cada año abandonan la prisión más de 13.000 personas, y muchas buscan ayuda de parte de Organizaciones No Gubernamentales. Centenares de presos se dirigen por ejemplo a Rubikon Centrum, solicitando ayuda en la búsqueda de trabajo, según dice la presidenta de esa entidad, Dagmar Doubravová.

”El año pasado, por ejemplo, más de 300 personas que cumplieron su pena nos pidieron ayuda en la búsqueda de empleo. Logramos conseguir trabajo a una de cada cinco de estas personas. Y consideramos un verdadero éxito que el 90% de los antiguos reclusos siguen en el trabajo aún después de terminados los tres meses de prueba”.

Dagmar Doubravová apuntó que al comienzo la mayoría de los empleadores desconfiaba de los antiguos reclusos, pero que poco a poco sus posturas fueron cambiando. Esto se debe a que gran parte de las personas que pasaron por la prisión están decididas a no regresar y hacen todo por lograrlo. Aprecian verdaderamente la posibilidad de poder trabajar, afirma Doubravová de la organización Rubikon Centrum, que ayuda a los ex presos a reincorporarse a la vida normal.