Chequia quiere más competencias para Frontex en terceros países

Fuente: Archiv Arte (TV)

Chequia exige una discusión más profunda sobre las posibilidades de defender la frontera europea. Esa fue la posición defendida por el primer ministro checo, Andrej Babiš, la semana pasada en la cumbre europea informal en Salzburgo.

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Los líderes europeos se reunieron en Austria para buscar un acuerdo sobre un posible reforzamiento de Frontex, agencia de fronteras de la Unión Europea.

Aleš Chmelař,  foto: archivo la Oficina del Gobierno Checo
Mientras que la Comisión Europea propuso aumentar el número de oficiales de la agencia que operan en las fronteras de unos 1.500 a unas 10.000 personas hasta el año 2020, la mayor parte de los países miembros prefiere primero definir los objetivos, y después hablar sobre la cantidad de empleados y el financiamiento.

En este sentido, Aleš Chmelař, Secretario del Estado para Asuntos Europeos, especificó las prioridades de la República Checa.

“Nosotros apoyamos la ampliación de competencias de la agencia Frontex, y eso sobre todo en terceros países. Allí es donde los oficiales de la agencia deberían jugar el papel más importante. En lo que se refiere a los demás asuntos, nos parece que con lo sensibles que se muestran los países miembros acerca de su soberanía, sería mejor analizar cómo se les puede ayudar para que ellos mismos sean más efectivos”.

Foto ilustrativa: Magharebia,  CC BY 2.0
Chmelař subrayó que a pesar de que la Comisión Europea ya hubiera llegado con la propuesta del número exacto de los oficiales de la agencia Frontex para el año 2020, algunos países insisten en debatir primero sus objetivos.

“A mí me parece que unos dos tercios de los países miembros, incluidos los que apoyan la existencia de la agencia, no están muy contentos con el hecho de que ya se esté proponiendo el número de oficiales, sin embargo, hasta ahora las tareas principales y el modus operandi no han sido bien aclarados”.

La agencia Frontex ha sido criticada varias veces por el primer ministro checo. Según Andrej Babiš, la agencia no dispone del mandato para poder trabajar de manera efectiva en la frontera marítima.