Chequia participará en la realización de viajes comerciales al espacio

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Con motivo del décimo aniversario de su creación, la Agencia Espacial Checa ha anunciado la colaboración con la empresa estadounidense XCOR para la realización de viajes suborbitales. La institución también ha logrado la inclusión de Chequia en la Agencia Espacial Europea (ESA).

La República Checa no solo cuenta con el honor de haber mandado al primer europeo al espacio, el cosmonauta Vladimír Remek, sino que disfruta de una desarrollada industria aeroespacial de relativa importancia. Con el objetivo de aglutinar y proyectar al exterior este sector científico y económico nació hace diez años la Agencia Espacial Checa (Česká Kosmická Kancelář).

Entre sus últimos logros se encuentra un acuerdo de colaboración con la compañía estadounidense XCOR Aerospace, que actualmente se halla desarrollando una pequeña aeronave para la realización de vuelos suborbitales a una altura de 100 kilómetros.

Tal como explica el director de la Agencia Espacial Checa, Jan Kolář, la contribución checa no será en este caso de tipo tecnológico.

“La participación checa no será en la construcción de la aeronave. Nuestro aporte será que trataremos de hacer de intermediarios para empresas y universidades checas que tengan interés en acceder a uno de estos viajes y poder realizar así experimentos que requieran de ese entorno particular. Por ejemplo de la ingravidez o las radiaciones que hay en el espacio interplanetario”.

Jan Kolář,  foto: ČT
El aparato, de nombre Lynx, tendrá una capacidad reducida: un piloto y un pasajero, y permitirá realizar vuelos de entre 30 y 90 minutos con la posibilidad de alcanzar durante tres minutos un estado de microgravedad. El Lynx despegará y aterrizará como un avión corriente y permitirá, a cambio de una cantidad de dinero, el acceso a un medio que anteriormente estaba limitado a unas pocas agencias espaciales estatales.

Otro avance de importancia para la industria aeronáutica checa ha sido la reciente entrada en la Agencia Espacial Europea (ESA), que permitirá la participación de las empresas checas en proyectos conjuntos con otros países participantes. La mera membresía de la República Checa puede considerarse un éxito debido a las duras condiciones requeridas en cuanto a calidad y nivel tecnológico de laboratorios y plantas de producción.

Foto ilustrativa: Barbora Kmentová
Desde el punto de vista de Kolář, es el momento de dejar de lado los prejuicios de que la industria aeroespacial es dinero perdido y empezar a verla como un motor generador de nuevas tecnologías.

“Después de 50 años de astronáutica se puede ver que en cada uno de sus pasos ha habido un gran impacto en la sociedad. Sería un gran error decir que la astronáutica no aporta nada a la República Checa. Si no lo hacemos nosotros, lo harán otros, y después de 50 años nos puede pasar que haya procesos y tecnología que no vamos a saber manejar y que vamos a tener que comprar. Y la pregunta es a qué precio”.

Como ejemplo de la aplicación civil de avances tecnológicos obtenidos en la industria aeroespacial, Kolář cita la meteorología en general o la navegación por satélite. La Agencia Espacial Checa es una organización no gubernamental cuyo objetivo principal es la coordinación del sector aeroespacial checo, su promoción y su representación en el extranjero, pero que también ofrece servicios de consultoría, otorga becas y realiza programas de divulgación en centros educativos.