Chequia emprende el camino al Pacto Fiscal Europeo

Foto ilustrativa: Comissión Europea

El Gobierno checo ha decidido apoyar la firma del Pacto Fiscal Europeo, que impondría a Chequia la obligación de mantener a raya el déficit presupuestario en cuanto entre a formar parte de la moneda única. La adhesión deberá ser ratificada por tres quintas partes de la Cámara Baja.

Foto ilustrativa: Comissión Europea
La República Checa parece dejar atrás la imagen de país euroescéptico labrada durante la presidencia de Václav Klaus y los gobiernos de centro-derecha del Partido Cívico Democrático. El nuevo Ejecutivo, presidido por el socialdemócrata Bohuslav Sobotka, ha dado un paso hacia la mayor integración de Chequia en la Unión Europea al confirmar este lunes que el país se unirá al Pacto Fiscal Europeo.

El tratado surgió en 2012 como respuesta a la falta de disciplina presupuestaria que se dio en algunos países europeos y que agravó los efectos de la crisis económica, reduciendo la confianza de los inversores internacionales y encareciendo por consiguiente la emisión de deuda pública. El tratado impone medidas que evitarían un desequilibrio excesivo en las finanzas públicas, entre ellas la obligación de no tener un déficit presupuestario mayor del 0,5% del PIB nacional.

Chequia es con Gran Bretaña el único país de la Unión Europea que no ha firmado el pacto, lo que dejó al país fuera de este proceso de convergencia económica que debería culminar próximamente en una unión bancaria. Con la adhesión al Pacto Fiscal, la República Checa tendrá voz y voto en esta nueva evolución de los Veintiocho, según declaró el ministro checo de Relaciones Exteriores, Lubomír Zaorálek.

Lubomír Zaorálek,  foto: ČTK
“La República Checa podrá participar en las cumbres de los países de la Eurozona, y eso es lo que considero más importante. Porque nuestro papel no es solo votar en el proceso de integración europeo, sino ser capaces de imponer nuestra voz en la Unión Europea. Si nos ausentáramos de estas negociaciones de la Eurozona perderíamos la oportunidad de influir en su futuro desarrollo”, explicó.

Para poder firmar el Pacto, el Gobierno checo deberá contar con la aprobación de tres quintos de la Cámara Baja, lo que se conoce como mayoría cualificada, lo que le obliga a buscar apoyos entre la oposición. De momento el conservador TOP 09 ha declarado que apoyará el Pacto Fiscal si se pone finalmente en marcha, al mismo tiempo, la llamada Constitución Financiera, un documento que establecería límites a la política económica del Ejecutivo.

En cualquier caso, las disposiciones del Pacto Fiscal serían de cumplimiento forzoso para Chequia únicamente tras la adopción del euro, circunstancia que, según afirmó el ministro de Finanzas, Andrej Babiš, no es probable que suceda en los próximos cuatro o cinco años.