Chequia ayuda en la protección del espacio aéreo en el Báltico

Foto: ČTK / David Taneček

La Fuerza Aérea checa, junto con la de Dinamarca y Bélgica, velan a partir del 1 de septiembre por el espacio aéreo de los países del Báltico. Se trata de una misión de la OTAN a fin de hacer frente a las provocaciones aéreas de parte de Rusia.

Foto: ČTK / David Taneček

Foto: ČTK / David Taneček
Cinco aviones militares Jas-39 Gripen junto con unos 95 soldados y personal técnico de la Fuerza Aérea checa asumieron la tarea de proteger durante seis meses el espacio aéreo de Estonia, Lituania y Letonia de eventuales ataques enemigos. Los países de la OTAN cumplen así una misión de ayuda a esos tres estados aliados que no disponen de su propia Fuerza Aérea. Hasta el 1 de septiembre había asumido esa tarea la Real Fuera Aérea británica (RAF), sustituyéndola ahora los pilotos checos, belgas y daneses.

Desde la anexión rusa de Crimea y a raíz de la política de agresión rusa en el este de Ucrania, la OTAN intensificó su presencia militar en la región del Báltico. Fue una reacción también a la cada vez más frecuente violación del espacio aéreo de los países bálticos por aviones militares de Rusia. De acuerdo con informaciones de la parte lituana, 137 incursiones rusas fueron evidenciadas el año pasado y este año 60.

Pavel Pavlík,  foto: ČT24
Como dijera a la Televisión Checa el teniente coronel Pavel Pavlík, quien encabeza la participación checa en la misión Baltic Air Policing 2019, los pilotos checos cumplirán las mismas tareas que en casa, o sea proteger el espacio aéreo, pero en el Báltico habrá seguramente más casos de alarma de defensa antiaérea.

”La región rusa de Kaliningrado está muy cerca de los países del Báltico. Los rusos concentran allí grandes cantidades de personal y tecnología militar, sobre todo aviones militares, más que en otras zonas. O sea que en vista de esa concentración nuestros pilotos pueden esperar un mayor número de despegues a raíz de la mayor intensidad de casos de alarma de defensa antiaérea”.

Foto: Martin Pařízek,  Archivo de ČRo
Los pilotos que cumplen esta misión deben mantenerse estrictamente en el espacio aéreo de Letonia, Lituania y Estonia, que son aliados de la OTAN, y protegerlo ante incursiones desde afuera. Los aviones Gripen de la Fuerza Aérea checa están equipados con un cañón automático y misiles aire-aire, no obstante esas armas pueden ser utilizadas exclusivamente en caso excepcional de un ataque enemigo.

El contingente aéreo checo está destinado en la base aérea de Ämari, en Estonia y en la región del Báltico permanecerá hasta comienzos de enero de 2020. No obstante, se cuenta que en la mitad de la misión tanto los pilotos como el personal de tierra serán relevados por otros militares de Chequia.

Petr Hromek,  foto: ČT24
La actual misión en el Báltico es la sexta en total que cumple la aviación militar checa en el extranjero. En el pasado los Gripen de la Fuerza Aérea checa participaron tres veces en la protección del espacio aéreo de Islandia, y en dos ocasiones anteriores, en 2009 y 2012 les fue encargado velar por el espacio aéreo de los países del Báltico, como recordara para la Televisión Checa Petr Hromek, jefe de la Fuerza Aérea.

“Tenemos previsto participar una vez cada tres años en cualquier misión en el extranjero. Estamos preparados para cumplir tareas de la OTAN ya sea en la región del Báltico o en Islandia”.

El envío del contingente aéreo a la región del Báltico fue aprobado por el Parlamento checo el año pasado.