Checos detenidos en Cuba regresaron a Praga

Jan Bubenik e Ivan Pilip

Después de más de tres semanas de detención en una prisión de La Habana, el diputado Ivan Pilip y el ex líder estudiantil Jan Bubenik arribaron este martes a Praga tras confesar que habían violado por "desconocimiento" las leyes vigentes en Cuba.

Jan Bubenik e Ivan Pilip
Durante 23 días el incierto destino de los dos ciudadanos checos detenidos en Cuba fue el acontecimiento número uno de la República Checa. Como coincidieran varios políticos del país, los señores Pilip y Bubenik no habían viajado a Cuba en nombre del Estado checo, se trató de una visita privada, no obstante los sucesos tras la arbitraria detención hicieron del "caso" un asunto que se proyectó a toda la sociedad.

Analistas nacionales e internacionales insisten en que el "caso Pilip-Bubenik" tomó una dimensión que no correspondió con el supuesto "delito", pero que sirvió a las autoridades cubanas para demostrarle al mundo de lo que son capaces.

Pilip y Bubenik abandonaron La Habana como turistas, no fueron expulsados del país, abandonaron la Isla acompañados por el Secretario General de la Unión Interparlamentaria, Anders Johnsson. La llegada al aeropuerto de Praga fue muy dramática, además de los familiares y decenas de periodistas en el aeropuerto se encontraba también el presidente del Senado checo, Petr Pithart, quien recientemente se había reunido en La Habana con Fidel Castro. El presidente checo Václav Havel, quien siguió muy de cerca lo ocurrido, se entrevistó este miércoles con Pilip y Bubenik. En declaraciones a los medios de comunicación sostuvo que ambos se merecían un gran reconocimiento y admiración, porque tomaron sobre sus espaldas la responsabilidad por el destino de los derechos humanos y la lucha libertad.

En la desaparecida Checoslovaquia, Václav Havel fue inquilino de las cárceles comunistas por su constante denuncia de la violación de los derechos humanos, por lo que comprende muy bien lo vivido por Pilip y Bubenik en las cárceles de Fidel Castro.

Praga y La Habana mantienen tensas relaciones diplomáticas desde que la República Checa denunciara el año pasado ante la ONU la violación de los derechos humanos y persecución de los disidentes en Cuba.

Autor: Federico Picado
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