Bomberos checos envían ayuda humanitaria a los refugiados en Grecia

Refugiados de Oriente Medio, foto: ČTK

Los bomberos checos se preparan para enviar a Grecia ayuda humanitaria destinada a los refugiados de Oriente Medio que se hallan en la ciudad de Mandra. Se trata del quinto país al que la República Checa asiste materialmente en relación a la crisis migratoria.

Refugiados de Oriente Medio,  foto: ČTK
Atendiendo al llamamiento de las autoridades griegas, los bomberos de la República Checa enviarán este miércoles a la ciudad de Mandra, cercana a Atenas, un contingente de ayuda humanitaria destinado a los refugiados de Oriente Medio que pasarán allí el invierno. En concreto la República Checa contribuirá con 2.000 mantas, el mismo número de sacos de dormir, 500 camas provisionales, 10.000 impermeables y 40 estufas de leña.

Los enseres, cuyo valor total asciende a 160.000 euros, se encontraban preparados en los almacenes del cuerpo de bomberos, explica su portavoz, Nicole Zaoralová.

Nicole Zaoralová,  foto: Archiv HZS ČR
“Se trata de las reservas del cuerpo de bomberos. En base a las misiones de ayuda humanitaria en el extranjero tenemos en los almacenes los enseres necesarios, como se ha demostrado en los últimos meses, en los que hemos enviado realmente mucho material. Se trata de cosas que también pueden servir para nuestra población en caso de inundaciones y similares. El sentido de esto es poder reaccionar rápidamente, y de hecho en cuanto Grecia pidió ayuda sabíamos lo que teníamos en los almacenes y que podíamos distribuirlo de inmediato”.

Grecia es el quinto país al que la República Checa manda ayuda humanitaria para aliviar la situación de los refugiados. El cuerpo de bomberos ha enviado materiales para viviendas de emergencia a Hungría, Eslovenia, Croacia y Macedonia.

Refugiados en Grecia,  foto: ČTK
El país heleno se encuentra entre los más afectados por la crisis migratoria. Del millón de inmigrantes que según las Naciones Unidas llegó a Europa en 2015, unos 800.000 lo hicieron a través de Grecia. El invierno no ha echado atrás a los solicitantes de asilo, que a pesar del mal tiempo siguen intentando llegar a las costas griegas desde Turquía, aunque su número se ha reducido.