El secreto de hacer punk para niños

Kašpárek v Rohlíku, foto: www.bejbypank.cz
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El que piense que la música para niños es por necesidad ingenua o empalagosa es que todavía no ha escuchado a Kašparek v Rohlíku. Su nombre significa algo así como el bufón en el panecillo, y su música es igual de sorprendente.

Ver a los Kašparek en acción es todo un espectáculo. En el escenario se combina la música con la actuación teatral y hasta con representaciones artísticas de luces y sonido. No es de extrañar que la banda sea en realidad la unión de dos proyectos separables y que a veces actúan independientemente: uno dramático, formado por actores del Teatro de Bohemia del Sur, y otro propiamente musical. La idea surgió en 2007 con la intención de llenar un gran vacío, como nos cuenta uno de los fundadores, Ondřej Pečenka.

“Nos dimos cuenta de que no existía ninguna música para niños que pudiéramos escuchar también nosotros. Todos los que se dedican a hacer canciones para niños componen cosas que no les gustan a los padres. Y cuando les gustan a los padres no les gustan a los hijos. Por eso hemos intentado llegar a un punto intermedio”, explicó Pečenka.

El estilo de los Kašparek, que ellos llaman ‘bejbypank’, se caracteriza tanto en las letras como en la actuación teatral por la frescura y el humor, comprensible para los niños y con guiños suficientes para llegar también al público adulto. Ahí es donde está el punk, más que en el estilo musical, en la capacidad de hacer canciones gamberras, imaginativas e inconformistas. El secreto del ‘bejbypank’ es según Pečenka, la honestidad creativa.

“El secreto es sencillo. Hay que trabajar como si la canción la hicieras para ti mismo. Tiene que gustarte ante todo a ti. No puedes hacerla como una petición de otra persona. Y los textos son muy importantes, las letras tienen que ir de cosas que interesen a los niños y no tener un carácter moralista. Los niños no quieren que los adoctrinen. Las hacemos por ejemplo sobre ir a mear. Y al hacer una canción sobre un tema así se convierte en algo oficial, y eso es lo que más les gusta a los niños. Pueden hacer el loco, reírse de esas cosas, y todo con permiso”, nos revela Pečenka.

Aunque Kašparek v Rohlíku tiene una plantilla más o menos estable de músicos, la variedad de voces al micrófono es sorprendentemente amplia. En su nuevo trabajo, ‘Navždy’ (‘Para siempre’), colaboran figuras de la escena musical checa como Milan Cais (vocalista de Tata Bojs), el rapero Radoslav “Gypsy” Banga, Lenka Dusilová, Honza Kalina (cantante de Sto Zviřat) o Tonya Graves, de Monkey Business.

Ahora al bufón del panecillo le espera un verano movidito, lleno de actuaciones y festivales. Los Kašparek tocarán incluso en el prestigioso Rock for People, donde los padres rockeros podrán compartir con sus hijos algo más que el desayuno.

Autor: Carlos Ferrer
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