Vlasta Průchová, ‘la primera dama del jazz’ en Chequia

Vlasta Průchová

La protagonista de este espacio dedicado a la música clásica y el jazz nacionales, será esta vez Vlasta Průchová, una de las mayores promotoras del jazz en la República Checa, considerada con toda razón como ‘la primera dama del jazz’ en este país.

Vlasta Průchová
Una maravillosa voz, extraordinario sentido del ritmo, un profundo amor a la música y un gran temperamento fueron los elementos clave que predestinaron la vida de Vlasta Průchová. El jazz se convirtió en parte inseparable de su vida y también estuvo relacionado de alguna manera con los momentos cruciales de su vida.

Durante los más de 50 años de su carrera profesional, Průchová cantó acompañada de un gran número de excelentes músicos y orquestras, entre ellas la de Karel Krautgartner, Karel Vlach y Ferdinand Havlík. Actuó también en pareja con populares intérpretes nacionales como Eva Pilarová, Karel Hála, Milan Chladil y Karel Gott, quien entonces iniciaba su carrera de cantante. Más tarde Průchová se presentó asimismo con el Junior Trio de su hijo Jan Hammer junior, un excelente músico, radicado actualmente en Estados Unidos.

Vlasta Průchová nació el 12 de julio de 1926 en la ciudad eslovaca de Ružomberok. Sus padres eran checos, pero su padre dirigía un hospital militar en la localidad. Ambos eran además aficionados al canto, el padre era un magnífico bajo y la madre de Vlasta, que había estudiado canto en Viena, era una contralto excelente. El amor a la música lo fueron cultivando en su hija desde su infancia.

Tras la ocupación de Bohemia por las tropas de Hitler y la transformación de Eslovaquia en un Estado clero-fascista, la familia de Průchová fue expulsada de Eslovaquia y se fue a vivir a Praga. Vlasta tenía entonces 12 años de edad y esa experiencia fue bastante dura para ella. Fue el primer brusco cambio en su vida, al que más tarde seguirían otros.

En 1941 Vlasta Průchová asistió a un festival nacional de jazz que la dejó impresionada con ese género musical. Allí conoció también a quien sería su futuro esposo, Jan Hammer, destacado cardiólogo y a la vez un excelente músico y compositor.

Foto: Supraphon
Cinco años después, en 1946, siendo todavía estudiante universitaria, Průchová actuó por primera vez en público. Estuvo acompañada por su entonces futuro esposo, Jan Hammer, con quien seguiría presentándose en los escenarios musicales con éxito durante largos decenios. La armonía de ese matrimonio en lo profesional, así como en lo personal era admirable. Vlasta le ayudó a su esposo a crear el primer centro nacional de cardiología, en el hospital Thomayer, en Praga y juntos fundaron mucho más tarde en el centro de la capital checa el club de jazz Reduta.

A finales de los años 40 Vlasta Průchová comenzó a cantar en el club Pygmalion en Praga, donde se tocaba jazz moderno. Su repertorio estaba formado entonces mayormente por temas de jazz estadounidenses, por lo que Průchová cantaba en inglés.

De las postrimerías de los años 40 no se ha conservado casi ninguna grabación de estudio original de Průchová. En esa época llegaron al poder en el país los comunistas, que consideraban el jazz como un género musical poco digno, característico del imperialismo y trataron de sacarlo de los escenarios musicales del país. Así también cerraron el club Pygmalion.

Sin embargo, gracias a la cinematografía nacional, se conservó la grabación de dos canciones de aquella época interpretadas por Vlasta Průchová en checo. Fue para la película policial ‘En el área de castigo’ (‘V trestném území’), del año 1950. Una de las canciones incluidas en ese largometraje se titula ‘Las personas y las cornejas’.

Al no poder cantar en el club Pygmalion, que como habíamos dicho fue cerrado por el régimen, Průchová decidió acompañar a su esposo, a quien habían enviado a trabajar a un hospital en la zona fronteriza del país. A la capital regresaron a comienzos de los años 50 y poco después, en 1953 le fue ofrecido a Průchová actuar en el popular cabaret capitalino de Alhambra, oferta que la cantante aceptó con entusiasmo.

En la década del sesenta, Průchová se centró en las canciones con letras en checo y actuaba en podios concertistas, así como en la televisión. Su fama creció rápidamente, gracias especialmente a su actuación de animadora y cantante a la vez del programa televisivo ‘Buscamos una canción para un día común y corriente’ (Hledáme písničku pro všední den), que fue transmitido con éxito entre los años 1957 y 1961.

Una de las canciones de ese programa, que tuvo amplia repercusión y que posteriormente se convirtió en un manifiesto del jazz checo de finales de los año 50, fue el blues ‘Un día laboral absolutamente ordinario’ (‘Docela všední obyčejný den’), interpretado por Vlasta Průchová y compuesto por su esposo Jan Hammer.

Otra exitosa canción interpretada por Průchová en el programa televisivo fue la titulada ‘Blues para un niño pequeño’ (‘Blues pro malého chlapce’), dedicada al hijo de la cantante, Jan Hammer junior.

Vlsta Průchová y Karel Gott,  foto: YouTube
En el mencionado programa de televisión, dedicado a la música, Průchová presentaba y también cantaba temas de jazz, blues, así como música popular y frecuentemente actuaba acompañada de cantantes principiantes. Uno de ellos fue Karel Gott, actualmente uno de los cantantes más respetados y populares del país. No obstante, a comienzos de los años 60, cuando interpretó con Průchová la canción ‘Cuando lleguemos a tener el doble de edad’ (‘Až nám bude dvakrát tolik’), Gott recién emprendía sus primeros pasos en la música.

A mediados de los años sesenta Průchová actuaba con frecuencia asimismo acompañada del Junior Trio, integrado por su hijo Jan y los hermanos Miroslav y Alan Vitouš, quienes posteriormente llegarían a ser músicos de renombre. De esta serie les ofrecemos la canción ‘Four Brothers’.

El exitoso período profesional de la cantante se vio interrumpido por la invasión de las tropas soviéticas a Checoslovaquia en el año 1968. No obstante, el esposo de la cantante aceptó entonces una oferta para trabajar en Estados Unidos, en un hospital en Washington y Vlasta Průchová le acompañó a ultramar. Al cabo de un año regresaron a Checoslovaquia, pero sin su hijo Jan, quien decidió aceptar una beca para estudiar música en Norteamérica. Actualmente Jan es un músico altamente apreciado en Estados Unidos, especialmente como compositor de temas musicales para películas. Se hizo acreedor de diferentes premios musicales, entre ellos el Grammy.

Pero volvamos a su madre, Vlasta Průchová. Al regresar a Checoslovaquia, las autoridades comunistas le reprocharon que su hijo emigrara y, a modo de venganza, le impedían cantar en público. Ese fue el mayor castigo para la cantante, pero se mantuvo firme y aceptaba cualquier posibilidad de actuar en los clubes musicales capitalinos.

Con los cambios democráticos en el país en 1989 se abrieron ante Vlasta Průchová amplias posibilidades en lo profesional. Lamentablemente, ese mismo año falleció el esposo de la cantante, Jan Hammer, lo que fue para ella una gran pérdida con la que nunca se conformó. Por otro lado, se cumplió uno de los mayores sueños que la cantante tenía a lo largo de decenios, el de editar un álbum con sus canciones.

Su primer álbum, denominado ‘Tonight’, con temas mayormente en inglés, salió en 1992. En 1997 le siguió su segundo álbum, titulado ‘Un día laboral absolutamente ordinario’ con una colección de sus canciones de entre los años 1958 y 1964.

La cantante se mantuvo profesionalmente activa hasta una avanzada edad. Pero a pesar de sus deseos de seguir actuando, una grave enfermedad se lo impidió. Además, comenzó a tener depresiones y a engordar, lo que junto con otros problemas agravó su estado físico.

Más tarde tuvo que ser hospitalizada y posteriormente quedó paralizada en una mitad de su cuerpo. Y lo peor todavía fue que comenzó a perder voz. Vlasta Průchová falleció en Praga a sus 79 años. A lo largo de su vida se había dedicado tanto al swing, como al blues, el jazz y la música popular. Ninguna otra cantante logró como ella permanecer en los podios musicales y seguir cosechando éxitos desde los años 40 hasta comienzos de los 90. En 2003 Průchová fue condecorada por el Presidente de la República con la Orden al Mérito de Segundo Grado.

Encontrándose Průchová ya en el hospital, representantes de la casa discográfica Supraphon le enseñaron su tercer álbum titulado ‘En el principio fue el blues’ (Na počátku bylo blues’), que se estaba preparando para ser lanzado al mercado. Průchová estaba feliz con la noticia y dijo entonces que el título de esa colección simbolizaba su vida.

El álbum apareció en el mercado discográfico nacional en julio de 2006, un mes después del fallecimiento de la cantante. Contiene una selección de temas musicales de Průchová surgidos entre 1950 y 1977, entre ellas la canción cuyo título dio el nombre al álbum ‘En el principio fue el blues’, del año 1959, compuesta por su esposo Jan Hammer.

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